Muere un voluntario en prueba de vacuna contra la COVID, desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca

Carolina Farfán
Brasil ha acordado con AstraZeneca y Oxford la compra de 100 millones de dosis de la vacuna. Foto: EFE

Muere un voluntario brasileño que participaba en los ensayos de la vacuna contra la Covid-19, desarrollada por la Universidad de Oxford y Astrazeneca, informó este miércoles 21 de octubre de 2020 la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
 
Por separado, la Universidad Federal de Sao Paulo -que ayuda a coordinar los ensayos de fase 3 en Brasil- afirmó que el voluntario era brasileño.
 
A fin de junio, el Gobierno acordó con la empresa AstraZeneca y la Universidad de Oxford la compra de 100 millones de dosis de la vacuna que ambas están desarrollando, y también se sumó a la iniciativa Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para adjudicarse otras 40 millones de dosis.
 
Por su parte, el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, hoy diagnosticado con coronavirus, había anunciado ayer junto al gobernador de Sao Paulo, Joao Doria (rival político de Bolsonaro y uno de sus probables adversarios en las presidenciales de 2022), que Brasil compraría también 46 millones de dosis de la vacuna de la farmacéutica china Sinovac, la llamada "Coronavac", por un valor de 427 millones de dólares.
 
En todo caso, ese plan fue desmentido hoy por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que en Facebook expresó que "no compraremos la vacuna de China", pese a lo anunciado por su ministro de Salud.
 
El hecho generó polémica y diferentes sectores brasileños le pidieron este miércoles a Bolsonaro que no convierta la adquisición de la vacuna contra el coronavirus en una nueva disputa electoral e ideológica, tras su decisión de vetar la compra del inmunizante chino por supuestas razones políticas.
 
Bolsonaro alegó que el Gobierno no se puede comprometer con la compra de una vacuna cuya eficacia y seguridad no ha sido comprobada previamente por el Ministerio de Salud ni certificada por Anvisa.
 
"El pueblo brasileño no será conejillo de indias de nadie. No se justifica un billonario aporte financiero en una medicina que ni siquiera superó la fase de pruebas", afirmó el jefe de Estado en un comentario en sus redes sociales y en el que, al dejar claro que su decisión tiene connotación política, se refirió a la Coronavac como "la vacuna china de Joao Doria".
 
Pese a que la vacuna de Oxford tampoco ha sido comprobada científicamente y está en la misma fase de pruebas que la de Sinovac, Bolsonaro apostó en la inglesa y Doria en la china.
 
"Bolsonaro declaró ahora la guerra de las vacunas. Él sólo piensa en guerra", atacó el gobernador de Maranhao, el izquierdista Flavio Dino.
 
Para Gleisi Hoffmann, presidente del Partido de los Trabajadores (PT), la formación liderada por Luiz Inácio Lula da Silva y una de las principales fuerzas de la oposición, Bolsonaro, con su nueva decisión, insiste en politizar el combate a la covid. "¿Hasta cuándo Bolsonaro va a jugar con la vida del pueblo?", dijo.