El multimillonario jeque que rige los destinos de Dubái y tiene secuestrada a princesas en 'jaulas de oro'

Carolina Farfán
Mohammed bin Rashid Al Maktoum figura entre los 15 miembros de la realeza más ricos del mundo. Foto: EFE

Tan fastuosa y rodeada de un manto de misterio es la vida de Mohammed bin Rashid Al Maktoum, emir de Dubái, así como vicepresidente y primer ministro de Emiratos Árabes. Sin embargo, no es la primera vez que su nombre causa revuelo a nivel internacional.
 
Aunque nadie accede a lo más íntimo de su vida, se ha descubierto que el poderoso jeque, de los 18 mil millones y que rige los destinos de un país, tiene secuestrada a las princesas Latifa y Shamsa.
 
En sus seis matrimonios tuvo 21 hijos, dos de los cuales murieron a temprana edad. Devoto de los caballos, su fortuna asciende -según Forbes- a los 18 mil millones de dólares, lo que lo colocan entre los más acaudalados mandatarios de todo el mundo, recoge el medio Infobae.
 
Además, el gobernante de Dubái, un emirato de los EAU, es accionista mayoritario de Dubái Holding, un conglomerado con participaciones en HSBC Holdings y Sony, así como múltiples propiedades inmobiliarias tales como el Essex House Hotel de Nueva York. Recientemente compró el Australia Ingham Stud Farm reportado en 460 millones de dólares. Figura entre los 15 miembros de la realeza más ricos del mundo.
 
 
Pero, no todo es oro en Dubái y en la vida del jeque. Su hija Latifa, de 35 años, trató de escapar por primera vez cuando aún era adolescente, pero su caso dio la vuelta al mundo en 2018, después de que abandonase el país en un barco, y en el que su intento de huida fue frustrado. Recientemente, circularon unos videos de ella en donde narra la terrible situación que padece.
 
“Estoy en una mansión. Estoy secuestrada y esta mansión se convirtió en prisión”, dijo la princesa en el video grabado con un teléfono móvil desde el baño porque “es la única habitación con una puerta que puedo cerrar. Todas las ventanas están cerradas (...), hay cinco policías en el exterior y dos mujeres policías en el interior”. “Me preocupo todos los días por mi seguridad y por mi vida (...) la policía me ha dicho que estaré en prisión toda mi vida y que nunca volveré a ver el sol”, reveló Latifa.
 
La hija de Mohammed bin Rashid Al Maktoum grabó esos mensajes "durante varios meses" en secreto, pero las comunicaciones "se han detenido", según la BBC.
 
El 24 de febrero de 2018, la princesa se subió a una lancha hinchable junto a Tiina Jauhiainen, que había sido su instructora de artes marciales, y navegaron hasta aguas internacionales, donde les esperaba un yate con bandera estadounidense.
 
Ocho días después, frente a las costas de la India, el barco fue asaltado por "comandos" que utilizaron granadas de humo, encañonaron a ambas mujeres y devolvieron a Dubái a Latifa, de la que no se había vuelto a saber nada hasta ahora.
 
Sin embargo, el de Latifa no constituye el primer secuestro -o intento de secuestro- en el seno familiar. En 2019, las tensiones entre la familia del emir llegaron hasta los tribunales británicos, cuando la princesa Haya Bint Al Husein de Jordania, sexta esposa del millonario mandatario, hija del difunto rey Hussein I y media hermana del actual rey Abdalá II, viajó al Reino Unido en donde pidió el divorcio y protección para ella y dos de sus hijos.
 
En la foto, la princesa Haya Bint Al Husein de Jordania
 
En ese proceso, el Tribunal Superior de Inglaterra consideró probado, entre otros hechos, que el jeque y emir de Dubái "ordenó y orquestó el retorno obligado de su hija Latifa a la casa familiar en Dubái" en dos ocasiones, junio de 2002 y febrero de 2018. 
 
Desde ese momento, empezó a destaparse el velo sobre lo que en verdad se escondía en el fastuoso emirato: una vida de zozobra para las mujeres de la familia real.
 
Su otra hija, la princesa Shamsa había intentado huir de su padre en 2000 mientras estaba de vacaciones en Inglaterra, cuando tenía 18 años. Según el relato de Latifa, la chica fue encontrada tras dos meses de fuga, “drogada”, devuelta a Dubái en un jet privado y “encerrada”. No se sabe de ella desde hace años.
 
En un comunicado, la directora adjunta de Amnistía Internacional (AI) para Oriente Medio y el Norte de África, Lynn Maalouf, manifestó "preocupación extrema" y calificó como "escalofriantes" a los videos grabados en 2019 y difundidos este martes por la cadena BBC, en los que la princesa Latifa se declaró "rehén" y retenida contra su voluntad.
 
"Latifa puede estar detenida en una jaula de oro, pero eso no cambia el hecho de que su privación de libertad es arbitraria y, dada su naturaleza prolongada, equivaldría a tortura. Ha sido sometida a un catálogo de violaciones de derechos humanos, incluido el secuestro, el retorno forzoso y la incomunicación durante casi tres años", dijo Maalouf.
 
Asimismo, instó a Emiratos Árabes Unidos y a Dubái a que liberen "de inmediato" a la princesa, que permanece bajo arresto domiciliario desde hace casi tres años después de que intentara, sin éxito, huir de su familia.
 
Por su parte, una portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, declaró a la BBC que interrogará a Emiratos Árabes Unidos sobre la princesa.