El caso de Sarah Sands: la madre de Inglaterra que asesinó al abusador sexual de sus hijos

Redacción Vistazo
Captura de cámara de vigilancia que mostraba a Sarah Sands la noche en que asesinó al abusador de sus hijos.

Sarah Sands, la madre de tres gemelos que fueron abusados por un pedófilo que ya había sido condenado en el pasado, decidió tomar la justicia por sus propias manos una noche mientras yacía despierta en su casa de Londres, en el 2014.

Tomó un cuchillo y caminó hacia la casa de su vecino, un anciano que había cambiado su nombre para que los habitantes de la zona donde vivían no supieran nada de su pasado, y lo apuñaló ocho veces.

Después del ataque, Sarah volvió a casa sin mirar atrás ni llamar a los servicios de emergencia. El hombre se había desangrado hasta morir.

El fallecido se llamaba Michael Pleasted, tenía 77 años y enfrentaba en aquel entonces una formulación de cargos por abusar sexualmente de los hijos de Sarah, quienes en aquel entonces tenían 11 años.

Posteriormente, Sarah tuvo que enfrentarse a las autoridades y dejar a sus hijos. Fue sentenciada a 3 años y medio de prisión por el cargo de homicidio involuntario, que terminaron extendiéndose hasta casi 7 años.

"No detuvo las pesadillas, pero si nos dio un sentimiento de seguridad porque podíamos caminar sabiendo que el no aparecería tras la esquina", contó Alfie, uno de los hijos de Sarah, a BBC News, quien enfatizó de inmediato que fue horrible tener que pasar por el hecho de ver a su madre tras las rejas.

Ahora reunidos con su madre, los gemelos coinciden en que no tenerla en casa durante su adolescencia los afectó en demasía, pero que valoraban el hecho de que había tomado esa decisión para protegerlos y apoyaban a su madre en su sentimiento de arrepentimiento.

Meses antes de que el asesinato se haya concretado, Sarah se había mudado junto a sus hijos a Silvertown, una localidad cercana a Londres. Pleasted vivía solo y escondía sus perversiones bajo una fachada de hombre retirado y amable con quien se le cruce.

"Pensaba que era un hombre muy agradable. Yo cocinaba para él y estaba atenta de que no le pasará nada malo", expresó Sarah en una entrevista con el medio antes mencionado.

Pleasted comenzó a fijarse en el gemelo mayor de Sarah, Brad, y comenzó a pasar tiempo con él después de que le ofreció un pequeño trabajo ordenando periódicos.

Tras ganarse la confianza de Brad, un día los invitó a él y a sus hermanos a pasar una tarde en su hogar, lo que devino en el trágico abuso sexual que luego fue mencionado a Sarah.

La madre inmediatamente inició procesos legales respaldados por los testimonios de sus hijos, pero, a pesar de ello, Pleasted obtuvo un permiso de libertad condicional mientras avanzaba el proceso judicial y tuvo permitido volver a su casa frente a la de los niños que abusó.

Fue esto lo que enardeció a Sarah y la impulsó a salir de su casa para acabar de una vez con todas con lo que consideraba que era un peligro inminente para sus hijos.

"Tus niños están mintiendo", fue lo que le dijo Pleasted a Sarah, antes de que, según ella, se alzará hacia ella para quitarle el cuchillo, muriendo en el acto.

Horas después se entregó a la Policía de su zona, con su ropa manchada de sangre. Debido a las circunstancias del asesinato, en las que las autoridades tomaron en cuenta el estado mental alterado de Sarah, se la proceso por homicidio involuntario.

Pleasted tenía 24 formulaciones de cargos por ofensas sexuales y había pasado años en prisión antes de cambiar su nombre y mudarse al barrio de Sarah. Aquello solo se supo una vez que sucedió el abuso y se publicó el expediente criminal del anciano.

Tras cumplir su sentencia de cárcel y reunirse de vuelta con su familia en el 2022, Sarah se unió a campañas dedicadas a exigir cambios en la legislatura en Inglaterra con respecto a la posibilidad que tienen los abusadores sexuales de cambiar su nombre para esconder sus delitos.