¿Cuándo acabará la guerra en Ucrania? Esto es lo que ha cambiado tras 100 días de conflicto

Miles de personas han muerto, millones han huido de sus hogares y hay pueblos enteros en ruinas.
Redacción Vistazo y Agencias
Dos personas que se encuentran cerca de una bandera nacional ucraniana observan cómo se eleva el humo oscuro luego de un ataque aéreo en la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, el 26 de marzo de 2022.

Una guerra que Vladimir Putin planeaba terminar en tres días, ha mutado a una estrategia de desgaste. A 100 días de iniciado el conflicto, la situación en Ucrania parece que se prolongará pues todos los intentos de negociación fracasaron. Mientras tanto, miles de personas han muerto, millones han huido de sus hogares y hay pueblos enteros en ruinas.

El 24 de febrero el mundo amaneció con la noticia de que el presidente de Rusia había ordenado a sus fuerzas invadir Ucrania. La Unión Europea reaccionó de inmediato y acordó un segundo paquete de sanciones con “graves y enormes consecuencias”. La penalidad abarcaba el congelamiento del sistema financiero ruso a nivel internacional, pero esto no detuvo el avance de la guerra.

Pese a que Moscú tenía mayor equipamiento bélico, nunca se imaginó que el ejército ucraniano lograría frenar una ofensiva relámpago para hacer caer el gobierno en Kiev. Esto obligó a los rusos a orientarse hacia el este, para conquistar la cuenca minera del Donbás.

A pesar de esa resistencia apoyada por Occidente, Zelenski reconoció que Rusia ha triplicado la porción de territorio ucraniano bajo su control. Con la península de Crimea anexada en 2014 y las zonas del Donbás y del sur de Ucrania bajo su poder, Rusia tiene ocupados ahora unos 125.000 km2 de su vecino.

El presidente ucraniano buscó transmitir este viernes un mensaje de confianza a sus conciudadanos en un vídeo emitido desde la presidencia en Kiev. "La victoria será nuestra", afirmó. "Los representantes del Estado están aquí, defendiendo Ucrania desde hace cien días", agregó el exactor.

Por su parte, el Kremlin afirmó que alcanzó "ciertos" objetivos en estos 100 días de ofensiva, según el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, quien señaló que las tropas liberaron numerosas localidades de lo que calificó como "fuerzas armadas pronazis de Ucrania”.

Un anciano camina junto a un edificio de apartamentos dañado después de una huelga en la ciudad de Sloviansk, en la región de Donbas, en el este de Ucrania, el 31 de mayo de 2022, en medio de la invasión rusa de Ucrania.

En cambio, la comunidad internacional considera que este será un conflicto a largo plazo. “Lo que vemos es que esta guerra se ha convertido ahora en una guerra de desgaste", dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Para Juan Luis Manfredi, catedrático Príncipe de Asturias de la Universidad de Georgetown, en Washington, el conflicto se congelará durante mucho tiempo. “Rusia no tiene prisa y tiene un plan que es recuperar su posición en el tablero mundial”.

Además, el experto descartó la posibilidad de que Putin "apriete el botón rojo", en referencia al uso de armas nucleares.

El coordinador de la ONU para la crisis en Ucrania, Amid Awad, advirtió este viernes que la guerra "no tendrá un ganador" y resaltó que el conflicto "ha implicado un alto precio para los civiles".

DESTRUCCIÓN TOTAL

Actualmente, las tropas de Putin están concentradas en el Donbás y la batalla es especialmente feroz en el centro de la ciudad de Severodonetsk y, según la presidencia ucraniana, los invasores están "bombardeando infraestructura civil y edificios militares".

El gobernador regional Serguéi Gaiday acusó a los rusos de arrasar hospitales, escuelas y caminos, pero destacó que la población se aferra al territorio.

El funcionario afirmó que las tropas ucranianas están resistiendo en una zona industrial, una situación que recuerda a la vivida en la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur de Ucrania, donde los soldados se atrincheraron en una acería hasta que finalmente se rindieron a finales de mayo.

La situación en Lysychansk, la ciudad gemela situada frente a Severodonetsk, al otro lado del río, también parece extrema. Cerca del 60% de las viviendas han sido destruidas y las redes de internet, de telefonía móvil y el gas están cortados, informó el alcalde Oleksandr Zaika.

Una anciana se aleja del garaje de una casa en llamas después de un bombardeo en la ciudad de Lysytsansk, en la región oriental ucraniana de Donbas.

“LA SITUACIÓN EMPEORA”

La otra región del Donbás, Donetsk, no se encuentra al margen de las hostilidades, especialmente en Sloviansk, unos 80 km al oeste de Severodonetsk, cuyos habitantes huyen desesperados de la ciudad, donde no hay agua ni electricidad.

"La situación empeora, las explosiones son cada vez más intensas y las bombas caen cada vez más a menudo", dijo a la AFP Gulnara Evgaripova, una estudiante de 18 años que se subía a un autobús de evacuación

Ante la amenaza rusa, el ejército ucraniano, que pierde entre 60 y 100 soldados a diario según reconoció Zelenski, espera la rápida llegada de los sistemas de misiles avanzados Himars prometidos por Estados Unidos.

Galina (2da a la derecha) camina hacia un autobús a prueba de balas para evacuar con su familia de la ciudad de Lyman, en el este de Ucrania, que ha recibido fuertes bombardeos.

ESTADOS UNIDOS SE CONCENTRA EN CHINA

Tras la retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev y la reapertura de la Embajada estadounidense en la capital ucraniana, la atención mediática sobre la guerra se ha reducido notablemente en Estados Unidos y Biden ha redoblado sus esfuerzos en su agenda asiática.

El mandatario llevó a cabo hace dos semanas su primera gira en Asia, que lo llevó a Corea del Sur y Japón, donde presentó el Marco Económico del Indopacífico (IPEF), una iniciativa de cooperación económica de 14 países de la región para frenar la influencia económica de China en el Indopacífico.

Lo dejó claro Blinken la semana pasada cuando dijo en un discurso sobre la política de Estados Unidos hacia China que Pekín es su "mayor amenaza", aunque subrayó que no busca otra "guerra fría".

Precisamente, la llave para acabar con la guerra de Ucrania la tiene el presidente chino, Xi Jinping, quien mantiene una fluida relación con Putin, pero tampoco está dispuesto a "hacerse cargo" de la maltrecha economía rusa por las sanciones occidentales.