EE.UU. aplicará un impuesto del 1% a las remesas desde enero de 2026

La medida forma parte de una ley firmada por el presidente Donald J. Trump y afectará los envíos de dinero en efectivo al extranjero.

Bandera de Estados Unidos y billetes de dólares americanos.
Karelys Rincón

Desde el 1 de enero de 2026, quienes envíen remesas desde Estados Unidos usando instrumentos físicos, como efectivo, giros postales o cheques de caja, deberán pagar un impuesto adicional del 1% sobre el monto transferido. Esta disposición fue aprobada mediante el paquete legislativo conocido como One Big Beautiful Bill Act (OBBBA), suscrito por Trump en julio de 2025.

El impuesto no se aplica a transferencias realizadas con medios bancarios o digitales: giros desde cuentas bancarias de EE.UU., pagos con tarjeta de débito o crédito emitida en ese país, o plataformas electrónicas quedan exentas. El cobro del gravamen recae sobre quien envía el dinero, el proveedor de servicios de remesas lo recauda y lo remite al fisco.

Importancia de las remesas para países como Ecuador

En naciones como Ecuador, las remesas constituyen una fuente vital de ingreso para muchas familias. Según cifras recientes, en 2024 el país recibió USD 6,538 millones por concepto de remesas, de los cuales USD 4,804 millones provinieron de Estados Unidos, lo que demuestra la importancia del vínculo económico con ese país.

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Estos recursos permiten a los beneficiarios cubrir gastos esenciales: alimentación, vivienda, servicios básicos, salud y educación. En muchos hogares, son una fuente estable de ingresos ante la irregularidad del empleo o la falta de oportunidades locales.

Por tanto, cualquier cambio en el costo o la facilidad para enviar dinero desde EE.UU. podría tener implicaciones directas en su bienestar.

Posibles efectos: cambios en canales de envío y volumen de remesas

Expertos en análisis de flujos migratorios y remesas advierten que el recargo del 1% podría llevar a ciertos cambios en el comportamiento de quienes envían dinero. En particular:

Este cambio podría alterar no solo los montos finales recibidos por las familias, sino también la forma en que planifican sus envíos.

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Más allá del costo añadido, algunos analistas consideran que esta normativa abre una discusión sobre el uso estratégico de las remesas. Dado que muchas familias reciben estos fondos de forma periódica, podrían emplearse también para:

De esta forma, las remesas no solo servirían para cubrir necesidades inmediatas, sino para impulsar un crecimiento más estable en comunidades receptoras.

Con la implementación del impuesto del 1% sobre remesas en efectivo desde enero de 2026, millones de migrantes que envían dinero desde Estados Unidos, y sus familias en países receptores como Ecuador, deberán evaluar nuevas estrategias. El impacto real dependerá de:

El nuevo impuesto introduce una variable adicional en las finanzas de las familias dependientes de remesas. Su efectividad e impacto social todavía están por verse, y dependerán en gran medida del comportamiento de quienes envían y reciben esos fondos.