Contratos que dan pánico

Cecilia Moreno
Contratos que dan pánico

“Este sistema, por sus características, será el mejor centro de atención de emergencias en nuestra América”, dijo el entonces presidente Rafael Correa, en febrero de 2012, mientras inauguraba el primer ECU-911 en Samborondón, cerca de Guayaquil. “Aquí tenemos la tecnología más avanzada del planeta”, añadió. “Solo esta primera fase nos cuesta unos 240 millones de dólares”, remató.
 
En realidad terminó costando 273 millones. Los trabajos declarados de emergencia estuvieron a cargo de dos empresas chinas y una ecuatoriana. Cuando la Contraloría llegó, no pudo hacer un estudio pormenorizado de los gastos porque ni las empresas involucradas ni las entidades públicas contratantes presentaron las planillas, aduciendo confidencialidad.
 
 
El organismo de control ha publicado dos informes en los que apenas cuestiona algunos aspectos las obras civiles. El grueso, es decir los 170 millones gastados en el equipamiento electrónico, al parecer, no pasó por completo por la lupa de Contraloría. 
 
En los millones restantes, los hallazgos van desde la duplicación del costo del metro cuadrado de construcción “porque el terreno era diferente”, hasta el haber firmado un contrato para construir 12 centros y haber entregado solo siete, sin rebajar un solo centavo.
 
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