Contraloría: incendio sin control

Diana Romero
Contraloría: incendio sin control

Los tres edificios que forman el complejo de la Contraloría fueron total o parcialmente destruidos durante las protestas de octubre. El más grande, aún por inaugurar, costó 19,5 millones de dólares. Más allá del vandalismo, el ataque fue selectivo, para borrarlo todo.
 
La Policía fue desbordada. El sábado 12 de octubre, al mismo tiempo, se dieron alertas de ataques a la Asamblea Nacional y a la Fiscalía. Las fuerzas del orden debieron multiplicarse.
 
La zona entre el edificio Legislativo y el parque El Arbolito se convirtió en el escenario de una guerra. Justamente entre el uno y el otro, está la Contraloría.
 
 
La visibilidad era escasa debido a la abundancia de gases lacrimógenos usados para contener a los manifestantes. De pronto alguien lanzó el grito de auxilio.
El edificio de la Contraloría General del Estado estaba en llamas.
 
El complejo arquitectónico tiene tres frentes y ocupa un área de ocho mil metros cuadrados, la mitad de una gran manzana. Los bomberos fueron impedidos de llegar a tiempo por los manifestantes. La Policía pudo detener a una docena de personas, incluidos algunos adolescentes.
 
En las horas siguientes, el incendio se reactivó una docena de veces.
 
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