Bolonia acoge millonario proyecto del "tabaco sin humo"

Redacción
La propuesta de la tabacalera

Una estructura de 310.000 metros cuadrados, con fachada de cristal, donde la tabacalera Philip Morris International (PMI) concentró un equipo de 500 expertos para producir "tabaco si humo".
 
La planta, con algunas obras en marcha todavía, contó con una inversión de 500 millones de euros (unos 532 millones de dólares), y en ella se fabrica para mercados de todo el mundo el primer producto del polémico portafolio de riesgo reducido (RRP) de PMI.
 
"Esta planta es un indicador de que los productos sin combustión son el comienzo de una nueva era en la industria del tabaco", dijo Mauro Sirani Fornasini, director de Operaciones de la planta.
 
Bajo esa premisa fue desarrollado el iQOS, un dispositivo con una unidad en forma de bolígrafo en la cual se calienta el tabaco a 250 grados centígrados, a diferencia de los 800 grados de un cigarrillo convencional, con lo que, según la empresa, se evita la combustión, el humo y la ceniza, produciendo en su lugar un aerosol.
 
El calentador, que funciona con una batería recargable, es ensamblado en Malasia; y en Bolonia se fabrican las unidades que contienen el tabaco, llamadas "HeatSticks", más cortas que los cigarrillos convencionales, pero que están hechas también con papel y filtro.
 
Ante una serie de estudios que muestran datos dispares sobre sus efectos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado cautela ante este tipo de alternativas, por considerar que aún no existen suficientes evidencias de que son menos riesgosas, e instó a regularlos al prever "una disputa de salud pública que será más enconada con el aumento de su uso".
 
PMI, dueña de marcas como Marlboro, Chesterfield y L&M, oficializó este año su plan para "reemplazar definitivamente los cigarrillos" con productos libres de humo y señaló que iQOS estará disponible en más de 30 países para finales de 2017, incluyendo algunos de Latinoamérica.