17 binomios tras la inscripción: muchos candidatos para tan frágil democracia

María Belén Arroyo
Ni siquiera la paridad de género aparece en los postulantes que buscan llegar a Carondelet en 2021.

*Reportaje publicado en la edición impresa del 15 de octubre de 2020
 
Cantidad no es sinónimo de calidad. La multiplicación de fórmulas presidenciales apunta a la fragmentación de votos. Los candidatos del correísmo esperan que el contencioso electoral dé luz verde a su organización política.
 
Desde el regreso a la democracia, a fines de la década de los 70, el escenario político nunca estuvo tan poblado, como ahora, de binomios que buscan ser inscritos para las elecciones presidenciales. Diecisiete fórmulas entregaron su documentación ante la autoridad electoral.
 
Al cierre de esta edición, el CNE muestra dos fórmulas inscritas y calificadas. Son Izquierda Democrática (candidatos Xavier Hervas y María Sara Jijón); y Democracia Sí, que postula a Gustavo Larrea y Alexandra Peralta.
 
Cinco opciones presidenciales aparecen como inscritas ante el CNE. Son: la alianza Honestidad formada por el partido Socialista y el movimiento Concertación, cuyos candidatos son César Montúfar y Julio Villacreces; la alianza CREO–Partido Social Cristiano que impulsa la candidatura de Guillermo Lasso y Alfredo Borrero; el partido Sociedad Patriótica, con Lucio Gutiérrez y David Norero; Movimiento Amigo, con Pedro Freile y Byron Solis; y Gerson Almeida y Martha Villafuerte, por Ecuatoriano Unido.
 
El movimiento Podemos tiene la inscripción negada, pues el CNEdejó sin efecto el registro de la organización política, si bien ésta insiste ante el Tribunal Contencioso
Electoral (TCE) para lograr el reconocimiento. Paúl Carrasco es el presidenciable de esta tienda.
 
Aún en trámite están las inscripciones de los binomios de los movimientos Construye (ex Ruptura, con Juan Fernando Velasco como presidenciable y Ana María Pesantez
como compañera de fórmula); Pachakutik (Yaku Pérez y Virna Cedeño); y los candidatos de los partidos Avanza (Isidro Romero y Sofía Merino) y Fuerza Ecuador (Miguel Salem y Gustavo Bucaram Ortiz).
 
Cinco inscripciones están en fase de subsanación. Alianza PAIS debe completar los requisitos para inscribir a Ximena Peña y Patricio Barriga como postulantes. Libertad es Pueblo espera el pronunciamiento del Tribunal Contencioso Electoral respecto a la eliminación del registro de esta organización política. Juan Carlos Machuca y Cristóbal Luna integran el binomio de esta tienda, apadrinada por el hermano del presidente Lenín Moreno.
 
El partido SUMA, con el binomio Guillermo Celi y Verónica Sevilla, debe subsanar requisitos. Unión Ecuatoriana a última hora apostó por la dupla Giovanni Andrade y Katerine Mata, en lugar del exfiscal Washington Pesántez y Ramiro Orna; la autoridad electoral debe dirimir si es factible el cambio.
 
En estatus de subsanación se encuentra el binomio de la alianza Unión por la Esperanza (UNES). Es el capítulo más controversial en esta fase de inscripciones.
 
 
El binomio correísta 
 
El 22 de septiembre la alianza 1-5 (Unión por la Esperanza) solicitó la inscripción del binomio Andrés Arauz y Rafael Correa. El trámite llegó al día siguiente a la secretaría general del CNE, casi al mismo tiempo que la sala penal de la Corte Nacional de Justicia notificaba la pérdida de los derechos de participación de los condenados por cohecho, en este caso, del exmandatario sentenciado por el caso Sobornos. El 25 de septiembre, la candidatura a la vicepresidencia fue objetada por el movimiento Ecuatoriano Unido, argumentando la inhabilidad derivada de la sentencia de última instancia. Cinco días más tarde, el CNE aceptó el recurso de objeción, y pidió la inscripción de un reemplazo. En la misma resolución negó el registro del candidato presidencial, por un error en el documento de identidad, que corresponde a uno de los postulantes a la Asamblea.
 
Ese error fue subsanado en el plazo; sin embargo, ya el tema salió de las manos del CNE y pasó a la cancha del Tribunal Contencioso Electoral, pues la organización política Fuerza Compromiso Social presentó un recurso ante esa instancia, para dejar sin efecto la eliminación del registro, dispuesta por el CNE.
 
Según explicó a Vistazo el consejero de minoría, Luis Verdesoto, “se ha producido una aplicación irregular del Código de la Democracia, que contiene tres numerales
para negar candidaturas: no realización de democracia interna (incluyendo la aceptación de la nominación), el respeto del principio de paridad y los requisitos que pueden ser subsanados en 48 horas. Es un error pensar que el tercer numeral incluye los primeros dos que la Ley ya enumera”.
 
La candidatura tuvo un plazo –de 10 días previsto en el Reglamento– para subsanar la no aceptación de su binomio, argumenta Verdesoto. Desde esta perspectiva, al no haber subsanado, dentro del plazo específico, “se perdió la posibilidad de terminar el proceso de democracia interna, que tiene una unidad cohesionada por requisitos sustanciales”.
 
¿Manda en el CNE una mayoría a favor del correísmo? El consejero de la corriente de mayoría en el CNE, José Ricardo Cabrera, advierte a Vistazo que ninguna de sus decisiones “responde a mayorías o a minorías, sino a lo que está establecido en la Ley. Como autoridad electoral es mi deber actuar en derecho y hacer que se cumpla el Código de la Democracia”. Cabrera reconoce que el partido Social Cristiano promovió su postulación para ser consejero nacional electoral. Pero asegura que esta postulación se debe a sus conocimientos técnicos y a su hoja de vida limpia. “He sido enfático en demostrar que todas mis actuaciones siempre buscan cumplir la Constitución y la Ley, no en beneficio o perjuicio de tienda política alguna”, asegura Cabrera.
 
Lo cierto es que el ente electoral está en entredicho. Su propia titular, Diana Atamaint, está bajo la lupa. Cuando la Comisión de Fiscalización votaba el juicio político en su contra, la ausencia del asambleísta de Alianza PAIS, Daniel Mendoza, bloqueó ese proceso: su alterna votó en contra. “Los tiempos empatan, explica el consejero Verdesoto, el 3 de febrero de 2020, la mayoría del CNE aprobó, de modo rápido, a la organización política AMIGO, la nueva denominación de MEJOR EC, cuyo dueño, gerente y propietario es Mendoza. Según el ‘pagador’ de la presunta organización delictiva en investigación, ese partido serviría como soporte para el accionar político del dinero malhabido”.
 
Vistazo preguntó su versión a la actual presidenta del Consejo Nacional Electoral, sobre estos hechos, sin obtener una respuesta.
 
Cantidad no garantiza democracia
“Vivimos en una democracia débil, no tenemos organizaciones políticas fuertes, orgánicas y organizadas. Hablar de 17 binomios en un país de 17 millones de habitantes demuestra fragmentación extrema. Los discursos serán los mismos; poca ideología; y ofertas de campaña poco viables. La campaña será de mensajes enfocados
en los presidenciales con mayor opción, sobre afectos y desafectos; volver al pasado o mirar al futuro; traidores y corruptos; correístas y anti correístas; lo que sería igual a la premisa: ‘O estás conmigo o estás en mi contra’”, explica la abogada Mónica Banegas, directora de la fundación Haciendo Ecuador. La también catedrática fue vicepresidenta del Consejo de Participación Ciudadana.
 
“Una sola candidata a la presidencia y ocho a la vicepresidencia no reflejan que las mujeres somos más del 50 por ciento de la población. Los líderes de las organizaciones políticas se llenan la boca con el discurso de la equidad de género en la participación política, pero cuando deben demostrarlo con hechos nos quedan debiendo. No están realmente comprometidos y no tienen voluntad para gobernar conjuntamente con mujeres. En varias entrevistas me preguntan: ‘¿Por qué se “obliga” a conformar las listas electorales con mujeres, no sería mejor que sea voluntario’. Mi respuesta es, precisamente por eso, porque no hay voluntad”.
 
 
No obstante, el consejero electoral José Ricardo Cabrera aclara que la participación “es el pilar fundamental de la democracia. Nosotros no podemos restringir la participación por criterios personales, más aún cuando los derechos de participación están establecidos en la Constitución, que además fue aceptada por la mayoría de ecuatorianos. El número de candidatos o de partidos no determina una buena o mala democracia, lo que se debe priorizar son las propuestas de los candidatos, para que el elector tenga un voto razonado”.
 
El analista político Santiago Nieto explica a Vistazo que es necesario partir de un hecho: hay una crisis de la democracia. La cantidad de binomios en espera de inscripción para las elecciones de 2021 es un reflejo. El siglo XXI, argumenta, llegó con una crisis de instituciones, “la gente ya no cree en la representación”. Las organizaciones políticas no son funcionales después de la revolución de las comunicaciones. Con Jaime Durán Barba, advirtieron el fenómeno en 2005, cuando escribieron “Sexo, mujer, internet y política: los nuevos electores latinoamericanos”.
 
En ese contexto, ciertos binomios tienen como objetivo validar el registro de organizaciones políticas que fueron reconocidas en forma irregular. Cantidad no es necesariamente sinónimo de calidad. Tantos postulantes solo consiguen debilitar a la frágil democracia.