Estas son las razones de las demoras del Metro de Quito
Dos mil millones de dólares invertidos. Es el proyecto de transporte público más importante del país. La obra física está avanzada. Sin embargo, la operación del Metro de Quito recién comenzará el segundo semestre de 2022, explica a Vistazo el gerente de la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito, Rodrigo Torres.
El funcionario asumió la gerencia a fines de mayo de este año. Arquitecto urbanista, tiene 30 años de experiencia en transportación. Se especializó en Brasil, antes de que empezara la operación del sistema trolebús de Quito, a la cual apoyó, en sus inicios, a mediados de la década de los 90.
La administración municipal de la época invirtió en capacitar al personal técnico. “El fortalecimiento institucional se logra capacitando funcionarios. En ese tiempo entre 12 y 20 técnicos de Planificación se especializaron en Europa; también hubo personal formado en transporte público. Yo soy un ejemplo, el Municipio invirtió en mí unos 250 mil dólares; estuve dos años.
El nuevo gerente de la Empresa Metropolitana del Metro revela a Vistazo las fallas que encontró en la entidad al asumir esa función y las razones por las cuales el sistema empezará su operación en el segundo semestre de 2022. y medio fuera del país antes de venir a operar el sistema trolebús”.
Ahora, la historia es distinta. A pesar de que el Metro es un sistema más complejo, por el componente tecnológico que encierra, las administraciones no prepararon ni capacitaron personal técnico para asumir la operación, el gerenciamiento y la gestión.
Hay un retraso de años. “Es urgente retomar la especialización de técnicos; cuando vine a la empresa encontré que los encargados de áreas específicas no se capacitaron. Sucede no solo en los grupos técnicos, sino en los grupos administrativos”.
Este es apenas uno de los problemas. Él ya se había jubilado de la institución municipal y aceptó el desafío de ser el cuarto gerente del Metro, desde que la administración Yunda llegara al poder, en mayo de 2019. “Un gerente no puede ser cambiado tantas veces; el éxito de cualquier cosa está en la preparación y la experiencia”.
PROBLEMAS
El Municipio viene actuando como administrador de una obra en marcha. Ahora debe convertirse en el administrador de una operación. Sin embargo, tareas críticas están pendientes.
“Los sistemas de metro nunca tienen un equilibrio financiero. El equilibrio parte de los fondos de infraestructura y de movilidad y ellos provienen del sistema de uso de suelo, habitacional, de la edificabilidad”.
Esas definiciones están pendientes, igual que la discusión sobre la participación estatal en el esquema, tomando en cuenta que por regla general, la operación está a cargo de sociedades anónimas integradas por el Gobierno y la Municipalidad.
Las instancias municipales a cargo de vivienda, obras públicas, territorio, seguridad, señalización, deben integrarse en la lógica del nuevo sistema. De igual modo, las tres líneas troncales de transporte existentes, (BRT por las siglas en inglés de ‘tránsito rápido en bus’) deben ser integradas en el esquema.
Entre ellas se incluye el trolebús. Todo indica que en la primera fase la operación estará en manos de un metro de la región con amplia experiencia: el metro de Sao Paulo o el de Santiago de Chile.
Usualmente, esa fase inicial tomaría un año, pero en el caso de Quito será más tiempo; cuando menos, tres años y medio. ¿Las razones? Es el tiempo mínimo requerido para construir un triple blindaje para el sistema: personal especializado; seguridad financiera con una mirada de largo plazo; y, seguridad administrativa. “Solo así habremos construido la coraza del Metro”.
El cronograma de operaciones está dividido en dos tramos: entrega y recepción de bienes en el segundo semestre de 2021. En el primer semestre de 2022 implementar el esquema de recaudaciones, telecomunicaciones y otros detalles técnicos. Y el inicio de pruebas, para el segundo semestre de 2022. En un primer momento, el sistema transportaría a 150 mil usuarios.
