Adolescente confecciona y vende muñecas para pagar su tratamiento contra el cáncer
Ágil, creativa e inquebrantable. Así es Victoria Zambrano, una adolescente que confecciona muñecas para solventar su tratamiento contra la leucemia. Desde los nueve años compagina la costura, los medicamentos y sus estudios. Rendirse no es una opción.
Unos fuertes dolores en los tobillos y un moretón que le apareció en el párpado fueron las señales de alerta para que su madre, Lenny Zambrano, la llevara a un centro de salud en Santo Domingo. Luego acudieron al Hospital Roberto Gilbert en Guayaquil, donde detectaron que tenía cáncer, por lo que fue derivada a Solca.
A partir de ese momento, la vida de las dos cambió repentinamente. Durante un año, tuvieron que embarcarse en un bus interprovincial desde el cantón El Carmen, provincia de Manabí, hasta el puerto principal. La menor se internaba una semana para sus quimioterapias y luego retornaba a la casa. Así cada 15 días.
Después, la frecuencia de los traslados se redujo, acudían cada mes. Pero las necesidades apremiaban. Victoria, al ver que su madre ya no tenía recursos, sobre todo para sus estudios, le propuso a su madre confeccionar y vender muñecas.
“Teníamos unas muñequitas que le dieron en navidad, entonces tuvo la idea de decorarlas, tomó fotos y las envió a una señora que siempre nos apoya a través de las redes sociales y ella las publicó en Twitter”, recuerda la madre.
Al inicio eran muñecas decoradas con cintas, ahora Victoria y su madre hacen muñecos estilo peluche. Cada una vale 20 dólares incluido el envío. Con este ingreso, se ayudan a costear los gatos de la casa y por supuesto el tratamiento de la joven.
“Hay temporadas en las que tenemos pedidos, pero en otras nada, no es mucho lo que se vende”, reconoce Lenny.
Actualmente, Victoria tiene 16 años, su enfermedad está controlada y cada cierto tiempo debe hacerse tratamientos rutinarios. De hecho, en diciembre tiene cita con su doctor de cabecera. Sin embargo, Lenny está preocupada porque no ha podido pagar el seguro voluntario.
“Cuando empezó la lucha teníamos el seguro del papá, luego se quedó sin trabajo y tuve que pagar el seguro voluntario, el cual no he contribuido. Ahora tengo que pagar de nuevo para que la atiendan en diciembre”.
Para ese mes, Victoria ya debería estar operada de unos cálculos en la vesícula que fueron detectados hace algún tiempo, pero esto no ha ocurrido debido a la falta de recursos. El seguro no cubre la intervención en Solca y, como no está pagado, tampoco pueden acudir al IESS.
Pese a las dificultades que atraviesa, Victoria sigue luchando por salir adelante. Nunca ha bajado su rendimiento escolar porque algún día quiere convertirse en uno de esos superhéroes que confecciona para ayudar a niños con cáncer.
“Quiero ser doctora oncóloga pediatra para curar el cáncer. En Solca vi muchos niños que llegaban enfermos. La manera de tratar de los doctores me hizo amar esa profesión”, señala la joven.
Si desea apoyar a Victoria y su madre, puede comunicarse al celular: 0984694678. También les gustaría tener una máquina overlock para hacer mejores diseños.
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