Desde este sábado 10 de mayo, Ecuador vive tres días de luto nacional decretados por el presidente de la República, Daniel Noboa, luego del asesinato de once efectivos del Ejército que participaban en una operación contra la minería ilegal en la Amazonía.
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— Presidencia Ecuador 🇪🇨 (@Presidencia_Ec) May 10, 2025
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El ataque ocurrió el viernes, 9 de mayo, en el sector Alto Punino, un área ubicada en la parte alta del río Punino, entre las provincias de Napo y Orellana, donde en los últimos años han proliferado campamentos de extracción ilegal de oro. El lugar está próximo a la provincia de Sucumbíos, que limita con Colombia.
Según información oficial, el grupo armado que habría perpetrado el atentado es Comandos de la Frontera, una disidencia de la exguerrilla colombiana FARC. No obstante, este colectivo ha rechazado su implicación a través de un comunicado difundido en medios colombianos, aunque su autenticidad aún no ha sido verificada.
El presidente Noboa declaró héroes nacionales a los once militares caídos y aseguró que sus muertes no quedarán sin justicia. En un comunicado, la Presidencia indicó que el homenaje se realiza en memoria de quienes entregaron su vida “en defensa de la seguridad y el bienestar del país”.
El Ejército detalló que la emboscada se dio mientras cuatro unidades de combate, integradas por 80 soldados de la Brigada de Selva 19 Napo, se desplazaban en helicópteros hacia diferentes puntos del operativo. Uno de los equipos fue atacado con explosivos, granadas y armas de fuego, dejando once muertos, un herido y un integrante del grupo armado abatido.
En su declaración, los Comandos de la Frontera negaron responsabilidad en los hechos violentos, indicando que solo operan en territorio colombiano y que no realizan acciones ofensivas contra fuerzas armadas de países vecinos. En el mismo mensaje, se sugiere que grupos criminales ecuatorianos como Los Choneros, Los Lobos o Los Tiguerones podrían estar detrás de la masacre.
Esta agrupación insurgente forma parte de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), originada tras la fragmentación de la Segunda Marquetalia, una disidencia armada que emergió tras el acuerdo de paz firmado por las FARC en 2016.
No es la primera vez que se registran enfrentamientos en esta zona. En febrero de 2024, una patrulla del Ejército ecuatoriano halló un campamento irregular en Alto Punino, lo que derivó en un tiroteo con un saldo de un muerto y dos detenidos, todos de nacionalidad colombiana.
Desde 2019, la minería ilegal ha destruido cerca de 1.500 hectáreas de selva en la zona del río Punino, según datos del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) difundidos en septiembre de 2024. Además del impacto ambiental, esta actividad ha atraído a organizaciones criminales que anteriormente se enfocaban en el narcotráfico, pero que ahora ven en la minería ilegal una fuente lucrativa, especialmente por el alto precio del oro.