Ecuador continúa a la espera del despegue de la red 5G
La posibilidad de permanecer conectados todo el día, a una mayor velocidad, y que objetos cotidianos como una nevera y un automóvil puedan conectarse, entre sí y con nosotros, en tiempo real, ya no es una utopía, pues la implementación de la red 5G ha traído múltiples beneficios a los países que apostaron por esta tecnología, basada en la quinta generación de las redes móviles ya conocidas.
El desarrollo de la red 5G trae consigo mayor velocidad de transmisión de datos, menor tiempo de respuesta o baja latencia, lo que implica mejorar la productividad, automatizar procesos, operar y monitorear en tiempo real. Con ello, será posible realizar intervenciones quirúrgicas teleasistidas, desplegar nuevas flotas de vehículos autónomos y coordinar los trabajos agrícolas a través de sensores instalados en distintos puntos de un campo de cultivo.
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Un estudio denominado Powering Your Tomorrow, de la firma PwC revela que el 5G en el PIB mundial proyectado para 2030 representará 1,3 billones de dólares, cuantificando que más de la mitad de la economía mundial será impulsada por la transformación de servicios de salud y sociales en los próximos 10 años. Según Esteban Valencia, socio líder de auditoría de PwC Ecuador, “las empresas deben considerar la implementación de 5G dentro de los próximos cinco años, en todas sus estrategias tecnológicas y comerciales para maximizar sus oportunidades y agilizar su integración como una prioridad para potenciar su competitividad”.
Aunque a inicios del presente año la Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT EP y la multinacional Nokia, anunciaron un trabajo en conjunto para el inicio de un despliegue de esta tecnología en el país, los resultados de este proyecto aún no son visibles en el Ecuador.
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César López, Telecom Sales Manager, Southern South America de Vertiv, menciona que, aunque esta tecnología ya está disponible para su implementación, lo que puede afectar su desarrollo son las decisiones políticas de los gobiernos, los cuales deben licitar cuanto antes las nuevas bandas del espectro, para que las empresas operadoras hagan uso y desplieguen de esta red.
En la implementación de 5G principalmente intervienen tres actores. En primero lugar está el gobierno central y los gobiernos locales quienes legislan, promueven y facilitan la implementación de la tecnología. Luego están las empresas operadoras de telecomunicaciones que tienen que invertir y operar la infraestructura crítica, y en tercer lugar están los fabricantes de infraestructura crítica y de servicios especializados.
En el grupo de operadoras se encuentra Conecel, con su marca comercial Claro, la cual tiene una cobertura del 96 por ciento del territorio poblado del país con su servicio de telefonía móvil. En septiembre de 2019, la empresa inició sus primeras pruebas interactivas de 5G, teniendo un resultado técnico positivo para su despliegue.
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De acuerdo con la operadora, “las nuevas asignaciones de espectro con una visión que privilegie el beneficio social y la conectividad sobre los intereses meramente recaudatorios, resultan fundamentales para el desarrollo del ecosistema 5G”. Adicional a ello, la empresa concuerda que para la preparación de la tecnología se requiere de cuantiosas inversiones en fibra óptica, sustitución de plataformas, adquisición de nuevas redes y virtualización de componentes, entre otras, que Claro ha venido realizando para estar listos para este nuevo desafío tecnológico
En el tercer grupo de actores se encuentra Vertiv, fabricante de soluciones de infraestructura crítica, soluciones de energía y climatización. La empresa también suministra sistemas rectificadores, inversores, UPS de baja y alta potencia, sistemas de aire acondicionado de precisión, gabinetes Outdoor, baterías, sistemas de monitoreo y control de infraestructura crítica para la implementación de la red 5G en el país.
