Condenado a la horca cuando era menor de edad, Mohamed Iqbal ha pasado más de la mitad de su vida -21 años- en el corredor de la muerte. Su ejecución se paralizó horas antes y ahora se enfrenta a un incierto futuro como un hombre libre en un mundo nuevo, en un caso que ilustra las deficiencias del sistema judicial de Pakistán.
En un tiempo reivindicativo de la igualdad entre géneros como el actual, hay un terreno en el que las mujeres siguen siendo minoría pero no hay organización ni movimiento que reclame más cuota femenina: los corredores de la muerte de EE.UU.
Solo 55 de las más de 2.656 personas condenadas a muerte que a fecha del 1 de julio de 2019 estaban recluidas en cárceles de Estados Unidos eran del género femenino, según los datos del Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC).
El exdictador paquistaní Pervez Musharraf fue sentenciado a muerte este martes en ausencia por el delito de alta traición, tras suspender el orden constitucional en 2007.