La comunidad católica de Pakistán comenzó una campaña para reclamar por una adolescente católica de 13 años que fue secuestrada por un hombre de 44 que la obligó a convertirse al islam para casarse con ella.
La Justicia del país aceptó el matrimonio después de que el hombre alegara que la niña en realidad tenía 18.
Condenado a la horca cuando era menor de edad, Mohamed Iqbal ha pasado más de la mitad de su vida -21 años- en el corredor de la muerte. Su ejecución se paralizó horas antes y ahora se enfrenta a un incierto futuro como un hombre libre en un mundo nuevo, en un caso que ilustra las deficiencias del sistema judicial de Pakistán.