¿Compro acciones o bonos? ¿Serán más convenientes que un papel comercial o titularizaciones? Son preguntas que se realizan los inversionistas del mercado de valores al momento de elegir el destino de su capital.
Y una herramienta esencial para tomar esta decisión es, sin duda, la calificación de riesgo, una opinión técnica sobre la capacidad de pago o cumplimiento de las obligaciones de la empresa emisora.