Miles de personas viajan en autobús sin pagar ni un céntimo a cambio de intercambiar botellas y vasos de plástico por billetes, en una innovadora iniciativa contra la contaminación.
Indonesia levantó una alerta de tsunami el viernes provocada por un fuerte sismo que sacudió la costa sur de la poblada isla de Java, y que llevó a los habitantes a abandonar sus casas.
En la ciudad de Labuha, una de las más cercanas al epicentro, pobladores, presos del pánico, huyeron en motocicletas para refugiarse en tierras más altas.
Marianti tenía solo 13 años cuando supo que su padre iba a casarla con un hombre casi treinta años mayor que ella para saldar una deuda contraída por una apuesta en Indonesia.
Los socorristas indonesios intentaban, pese a las lluvias torrenciales, auxiliar a los habitantes atrapados en islas remotas y llegar a los pueblos más aislados, tras el tsunami.
Los submarinistas recuperaron una de las dos cajas negras del avión de la aerolínea indonesia Lion Air que se estrelló en el mar el lunes con 189 personas a bordo.