Los habitantes del estado venezolano de Táchira, en la frontera con Colombia, viven un calvario para aprovisionarse de gasolina, debiendo realizar filas de hasta tres días.
Venezuela comenzó un polémico censo de vehículos, que rechaza la oposición, pero que el Gobierno asegura le dotará de herramientas para acabar con el "derroche" y el "contrabando".