Decisión de acto litúrgico en Guayaquil la tomó la Santa Sede, asegura Monseñor Arregui
Redacción jueves, 2 julio 2015 - 05:04
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El arzobispo de Guayaquil,
monseñor Antonio Arregui, manifestó durante su entrevista en el programa Contacto Directo que la decisión final sobre el sitio donde el
papa Francisco dará la misa en Guayaquil la tomó la Santa Sede.
Luego de varios conversaciones con el
Vaticano y tras la visita de delegaciones, el acto litúrgico será en el Parque Samanes. Francisco solo realizará una visita al santuario de la Divina Misericordia.
“Entiendo que en este detalle de dónde se puede encontrar la gente con el papa, la decisión inicial acordada con el Gobierno Nacional era que se efectúe en un terreno aledaño al santuario. Desde un principio sabíamos que no presentaba todas las facilidades, pero dijeron que se podían superar con un poco de empleo de maquinaria y otros recursos”.
Los
preparativos para la masiva concentración en el parque ya comenzaron y confía en que la gente que asista, lo haga porque está deseosa de participar en la misa. Para el arzobispo, la misa vista por televisión o escuchada por radio carece de carácter sacramental.
“
Es necesaria una presencia física para que pueda efectivamente realizarse todo el contenido de esa celebración. La misa será como un gran templo que albergará a un millón de personas, en ese sentido habrá un conjunto de voluntarios que atiendan a las personas que llegan de otras provincias y las propias de la urbe”, enfatizó.
En cuanto a la seguridad de los feligreses y del Pontífice, Arregui indicó que la iglesia ha realizado todo un esfuerzo de catequesis para que esta visita, el instinto de fe del pueblo católico que conceptúa como algo excepcional, no se parezca a lo que podría ser el paso de cualquier otra personalidad importante por nuestro país, sino que se entienda como la cercanía del pastor supremo que nos ha elegido entre tantos países a los que podría ir y está invitado.
“
Ecuador es el primer país de Sudamérica que visita y esto nos llena de gran satisfacción, y nosotros tenemos que verlo no como simplemente un gran personaje sino como el hombre que nos anuncia el evangelio y nos convoca a participar en todos sus caminos”.
