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Un médico español logró frenar el ingreso del coronavirus en su pueblo

miércoles, 8 abril 2020 - 08:40
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Cedrillas es un pequeño municipio de Teruel (España) de poco menos de 700 personas.
 
Gracias a su personal sanitario, esta pequeña localidad puso en marcha un plan de prevención ante la inminente llegada del coronavirus que hasta el momento ha salido a la perfección.
 
Tras más de un mes de pandemia, Cedrillas registra cero contagiados y solo un caso sospechoso. 
 
Al frente del equipo de coordinación está Eduardo Comas, un médico de 61 años nacido en Barcelona pero que lleva tres décadas en el ambulatorio de Cedrillas.
 
“Empezamos a ver que la epidemia de China se acercaba. Pasó por Irán, Corea, Italia y pensamos que los siguientes íbamos a ser nosotros. Algunos no lo vieron, pero otra mucha gente sí”, publica El HuffPost.
 
“Nos reunimos con los trabajadores y les dijimos que tomaran las medidas apropiadas. Eso nos ha ayudado mucho”, narra. Desde entonces, solo han dejado entrar a un par de personas por causa mayor: “Por ejemplo una lo hizo por la puerta de servicio, previa desinfección y lavado de manos y pies, llevando una mascarillas y yendo directamente a la habitación de su padre, de la que no salió”.
 
A los proveedores de suministros, por ejemplo, también les obligaban a dejar la mercancía fuera para reducir al mínimo las opciones de contagio. 
 
En colaboración con el Ayuntamiento, explica, fueron informando tanto él como los otros dos médicos y enfermeras que hay en el ambulatorio a los ocho pueblos que atienden diciéndoles que tenían que lavarse las manos con frecuencia y separarse. “No hay más misterio. Ni milagros ni nada, hay que ser lógicos”, señala.
 
Asimismo, como no tenía las competencias para cerrar bares, pidieron que ahí también respetaran las medidas de higiene adecuadas. Todos les hicieron caso y el resultado salta a la vista: cero contagiados, solo un sospechoso que, por supuesto, está en cuarentena en su domicilio.
 
Comas comenta que otro de los factores que ha ayudado a la contención del virus en la zona en la que se encuentra Teruel. “Si hubiéramos tenido metro, autobús, centros comerciales o cines pues no habría sido lo mismo y habríamos hecho muy poco. Además, de toda la gente que viene a pasar el verano solo ha venido una persona”.
 
En el municipio nadie le tachó de alarmista, solo tuvo alguna queja puntual de vecinos que se quedaron sin ir a ver su familiar a la residencia. 
 
“Si me llama un paciente que sabemos que tiene un cuadro bronquial varias veces al año, tengo que ir con mucha precaución porque no sé si es coronavirus. Me envían fotos, las miro y le doy el tratamiento adecuado como si fuera esa bronquitis que tiene siempre. Si se le pasa sé que no es COVID-19. Pero como lo sé unos días después, hasta saber su evolución lo tengo aislado”.
 
Esto es lo que le ha pasado con el paciente sospechoso. Como tiene síntomas que podrían ser a causa de este virus, le dijo que se quedará en casa. El resto de pacientes a los que se le han hecho la prueba han dado negativo.

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