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Turismo vivencial, un contacto con la cultura

viernes, 19 mayo 2017 - 03:13
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Alejarse de las grandes metrópolis y vivir una experiencia de viaje basada en el intercambio cultural con las comunidades o pueblos nativos es lo que motiva cada año a miles de turistas a sumergirse en el turismo vivencial. 
 
En Ecuador, el Oriente es uno de los principales destinos de este tipo de turismo, en especial por los viajeros extranjeros. Una muestra de ello es Yarina Ecolodge una reserva ecológica de 600 hectáreas a orillas de Río Napo que anualmente recibe una gran cantidad de visitantes (80%) de Estados Unidos, Suiza, Alemania, Inglaterra y otras regiones del mundo.
 
Según cuenta Patricio Herrera, del departamento de operaciones y programación turística, el principal interés de estos turistas es adquirir los saberes ancestrales y proteger los entornos naturales. Para éstos turistas y los locales el ecolodge ofrece una amplia propuesta de actividades, cada una basada en conectar al excursionista a la dinámica y costumbres ancestrales de las comunidades quichuas.
 
Algunas de estas actividades comprenden una visita a la casa Quichua, donde aparte de adquirir los conocimientos ancestrales de la Pacha Mama, se puede visitar la chacra para cultivar los productos, para luego prepararlos y degustarlos; los platos imperdibles son el maito asado, los gusanos de palma y la yuca cocinada.
 
Además, los anfitriones comparten con los visitantes sus conocimientos, forma de vida y cómo sobreviven bajo el cuidado y protección del bosque, así como las tradicionales danzas de la lluvia o del matrimonio, donde las parejas pueden renovar sus votos.
 
Otras actividades que se pueden realizar son caminatas al bosque, observación de aves, recorridos nocturnos en canoas a remo por lagunas y ríos, pesca de pirañas y conocimiento de plantas medicinales y su uso ancestral.
 
En la misma región y con una propuesta similar está Napo Wildlife Center, el sitio ofrece al viajero la posibilidad de dejar atrás la vida cotidiana para reencontrarse con uno de los sitios más biodiversos del mundo: el Parque Nacional Yasuní.
 
Al ser un proyecto de turismo comunitario, el turista pude tener contacto directo con la comunidad Kichwa Añangu, los tours incluyen una visita a Napo Cultural Center, donde las mujeres o “mamakunas” comparten sus tradiciones, música, danza y muestran sus viviendas ancestrales y utensilio. Adicionalmente, es posible compartir un almuerzo típico kichwa como el ceviche de palmito, maito de pescado, yuca frita, té de guayusa, cacao frito y para los paladares más aventureros, gusanos de chonta asados.
 
Durante su estancia los huéspedes comparten el ritual de la Guayusada con los sabios de la comunidad quienes también realizan una sesión de interpretación de sueños. Otras actividades son el “Catamarán ancestral” que emula las antiguas formas de comercio amazónico, caminatas, observación de aves, visita a los lamederos de loros y pericos, y un recorrido al atardecer por el Río Napo para finalizar con una fogata donde se comparten historias y cantos típicos, mientras se cocinan snacks típicos de la zona.
 
Otra propuesta igual de interesante pero ubicada en Imbabura, es la que ofrece la Hacienda Zuleta. El lugar plantea al turista un acercamiento a la comunidad kichwa de Angochagua, donde se puede conocer las tiendas de bordado artesanal de un grupo de mujeres emprendedoras muy diestras a la hora de bordar blusas, camisas o manteles.
 
La ruta contempla también la visita a la Casa del Talabartero y un taller de repujado en cuero donde se consigue calzado, maletas y monturas hechas a mano.
 
Aprender sobre la vida sencilla de campo y sus actividades agrícolas son otra de las actividades vivenciales que pueden realizar en Zuleta, comenta su propietaria Margarita Bueno, quien destaca que dentro de la agenda de los huéspedes está la visita a la fábrica de quesos artesanales de la hacienda, allí se puede aprender sobre la producción de los quesos semi maduros y los cambios en la forma de producirlos a través del tiempo, otra opción que es posible experimentar es el proceso de ordeño. Otras actividades que proyecta la hacienda están cabalgatas, ciclismo de montaña, senderismo y avistamiento de aves, principalmente el refugio de Cóndores Andinos Hondor Huasi.
 
Bueno señala que en los últimos años, este tipo de turismo ha despertado gran interés entre turistas nacionales e internacionales. Solo en el año 2016 recibieron 1.973 huéspedes.
 
 

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