Estas son las hormonas que protegen a las mujeres del coronavirus
Diana Romero miércoles, 25 noviembre 2020 - 06:24
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Las hormonas sexuales femeninas, estrógeno y progesterona, y su metabolito fisiológicamente activo, alopregnanolona, proporcionan funciones antiinflamatorias, remodelan la competencia de las células inmunes, estimulan la producción de anticuerpos y promueven la reparación de las células epiteliales respiratorias e inhiben el receptor ACE2.
Esta es la puerta de acceso que utiliza el nuevo coronavirus para infectar el organismo.
Los esteroides reproductivos femeninos pueden proteger contra los síntomas del COVID-19, según un artículo publicado en la publicación especializada "Trends in Endocrinology and Metabolism".
Su autor, Graziano Pinna, profesor asociado de investigación en psiquiatría, analiza la investigación existente para ver las razones por las que la gravedad y la mortalidad de los síntomas de COVID-19 son más frecuentes en hombres que en mujeres y en personas mayores.
Pinna se interesó en el papel de los esteroides reproductivos en la patología de Covid-19 en marzo, cuando los primeros informes de casos mostraron que las mujeres embarazadas positivas en COVID-19 que no tenían síntomas, empezaban a sufrirlos de forma intensa y grave inmediatamente después de dar a luz.
El empeoramiento de los síntomas coincidió con una rápida caída del estradiol, la progesterona y la alopregnanolona.
Según datos recientes de los CDC, en los Estados Unidos, 38.071 mujeres que estaban embarazadas contrajeron COVID-19, con 51 muertes (0,13%). Para las no embarazadas, la tasa de mortalidad fue del 2%.
Esta observación en mujeres embarazadas también explicaría por qué las personas mayores están menos protegidas.
"Sabemos que cuanto mayor eres, más disminuyen tus hormonas", explica el autor del artículo, que también analiza la importancia de las hormonas reproductivas para estimular la producción de anticuerpos y promover la reparación de las células pulmonares después de la infección.
El autor del artículo también apunta a que la nutrición puede desempeñar un papel cuando las dietas están enriquecidas con fitoestrógenos (estrógenos producidos por las plantas), presentes en alimentos como la soja, las lentejas, la avena.
Los fitoestrógenos tienen la capacidad de unirse directamente a los receptores de estrógenos humanos, o el microbioma puede convertirlos en estradiol.
