El efecto de las vacunas Covid-19 que se confunde con cáncer
El proceso de vacunación masiva ya ha empezado en varios países del mundo, y con ello, se empiezan a contar diversos efectos secundarios que, si bien no significan algo de qué preocuparse, sí hay que tener en cuenta.
Uno de estos es la inflamación de los ganglios linfáticos de las axilas. Este cuadro ha sido preocupación de docenas de personas que han sido vacunadas con las fórmulas de Pfizer y Moderna, pues se presenta como uno de los indicadores del cáncer.
Sin embargo, radiólogos y oncólogos advierten que es una respuesta normal del sistema inmune, y que, en estos casos, no está asociada con el cáncer. Además, aseguran que desaparece después de una semana.
La doctora María Jesús Díaz, especialista en Radiología del Hospital Universitario de A Coruña, en España, explicó al portal NIUS que “La gente suele notarlo de dos a cuatro días después de la vacuna. Con la de Pfizer, la inflamación puede durar unos diez días y con la de Moderna menos, dos días”.
Pese a ello, el recuento de casos en Estados Unidos indica que con la de Moderna es más frecuente que ocurra, y que el efecto dura menos con la vacuna de Pfizer.
Los médicos aconsejan retrasar las pruebas de imágenes unas semanas, o comentar al médico que la persona ha sido vacunada.
“Si es así, se le dice: no venga hasta que pasen 4 semanas. Si es para un cribado y no es algo urgente ni de riesgo, se aconseja esperar de 4 a 6 semanas para hacerse la prueba” explicó la dra. Díaz.
Los ganglios linfáticos se ven como manchas blancas en las mamografías, las tomografías, resonancias de tórax, de hombro y son imágenes que pueden indicar un cáncer. Pero, si se ha vacunado recientemente, es probable que sea el efecto secundario descrito anteriormente.