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Articulaciones, flexibles y sin dolor

domingo, 19 julio 2015 - 04:32
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Las canas son una muestra palpable y, muy molesta para muchos, del paso de los años. Pese a todos los avances de la ciencia, hasta ahora la única manera de combatirlas es teñirlas. El desgaste de los cartílagos en las articulaciones es otro signo de la edad pero a diferencia de las canas, en este caso la ciencia ya ofrece una manera de eliminarlo, no sólo de enmascararlo. Ahora es posible regenerar el tejido de los cartílagos que han sufrido deterioro. A continuación un breve recorrido por las causas y la manera en que funciona la nueva alternativa disponible para combatir la temible y dolorosa osteoartritis.

EDAD Y GENÉTICA

La edad es evidentemente uno de los principales factores de riesgo para desarrollar osteoartritis, que es una enfermedad crónica que afecta las articulaciones que dan movimiento al cuerpo. Está caracterizada por el dolor y, justamente, por la pérdida de su capacidad de generar movilidad. El correr de los años va pasando factura al organismo. “Un cincuenta por ciento de las personas de más de 60 años padece algún grado de osteoartritis, y un 95 por ciento de quienes tienen 80 años o más”, sostiene la bióloga Liduina Fiorini, Jefe Científica de Sanofi para Latinoamérica. También menciona la genética como otro elemento que predispone a desarrollarla. Se estima que esta enfermedad afecta al 7.3 por ciento de la población latinoamericana.

ACTIVIDAD FÍSICA INTENSA

Los jóvenes también pueden padecer esta incapacitante enfermedad por factores como el sobrepeso, por ejemplo. La especialista señala que no es necesario ser obeso para causar daño a las articulaciones, basta con tener un índice de masa corporal mayor a 25 (exceso de peso moderado) para aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis en la rodilla, la articulación que recibe la mayor parte del peso del cuerpo.

Los atletas que realizan ejercicios que representan mucha carga para las articulaciones, como correr o levantamiento de pesas, por ejemplo, y quienes realizan actividad física sin la debida preparación, también aumentan su riesgo de lesionar el cartílago de las articulaciones.

Los jóvenes que se quejan de dolor e inclusive de sonidos o crujidos en las articulaciones, sobre todo de rodillas, al realizar ciertos movimientos como subir o bajar escaleras, generalmente recuerdan que tiempo antes realizaron actividades físicas de fuerte impacto sin la debida preparación. Es necesario trabajar los músculos para que sean capaces de proteger las articulaciones que recubren. Correr kilómetros bruscamente después de un período de poca actividad, causará un efecto en los cartílagos de la rodilla.

Desde el dedo pequeño del pie hasta las vértebras cervicales, las articulaciones hacen posible la movilidad. La salud de las articulacio nes depende en gran medida de la salud del cartílago, que actúa como amortiguador evitando la fricción entre los huesos. Los médicos dan una gradación al nivel de deterioro del cartílago del cero al cuatro. En el grado cero no hay ninguna señal de osteoartritis, en el uno, hay dudas de si existe algún deterioro o no, en el dos, hay un leve espacio visible entre los hueso, en el tres, se observa mayor reducción de tejido en el cartílago y en el grado cuatro, prácticamente ya no existe cartílago y los huesos se friccionan entre sí. El nivel de dolor y la dificultad para movilizarse obviamente aumenta con el número de cada fase.

Un nuevo producto, que más que un medicamento es un suplemento nutricional, llamado Gelicart producido por la empresa alemana Gelita y comercializado por la francesa Sanofi, ha mostrado que es capaz de regenerar el tejido del cartílago.

¿CÓMO FUNCIONA?

El cartílago está formado por dos elementos. El primero es la matriz intracelular, que es un material espeso en el que se encuentran unas células llamadas condrocitos. La matriz intracelular es gelatinosa, flexible y resistente gracias a dos sustancias que producen los condrocitos: proteoglicanos y colágeno tipo 2, las cuales son vertidas en la matriz extracelular y le otorgan las características que le permiten actuar como amortiguador. Por diferentes factores, la calidad y cantidad de condrocitos decae con el tiempo afectando al cartílago.

El científico alemán Steffen Oesser, director del Instituto de Investigación del Colágeno en Kiel, descubrió que un aporte de Péptidos de Colágeno Bioactivos ofrecía un aporte proteico que llegaba directamente a alimentar a los condrocitos, para que puedan estimular su producción de sustancias regeneradoras de cartílago. Catorce estudios científicos concluyen que el consumo diario de estos péptidos a través de un sobre de Gelicart es capaz de regenerar el tejido del cartílago. Pero, como el proceso se basa en nutrir los condrocitos para que fortalezcan el tejido, si el paciente ya no posee cartílago, tampoco tendrá condrocitos que se puedan nutrir. Por eso es que el suplemento no tendrá efecto en los casos más avanzados de osteoartritis (fase cuatro), sino en las fases de cero a tres.

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