OPINIÓN: Un circo costoso y de mal gusto
Ana Rivera jueves, 18 febrero 2021 - 12:06
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OPINIÓN
Usualmente cometemos el error de enfocarnos -casi exclusivamente- en la primera magistratura en contextos de elecciones generales. El resultado es que luego del anuncio sobre quién será el próximo presidente o cuál es el escenario de la segunda vuelta, nos caen como balde de agua fría los cuadros impresentables que formarán parte de la Asamblea Nacional. Cuatro años de sueldo asegurado, cuatro años a los que muchos ingresan ya sin la mínima intención de hacer algo productivo, cuatro años en los que se olvidan de la saliva invertida en los recorridos y se dedican a inflar sus egos.
En otras palabras, cuatro años para muchos de calentar el puesto, tuitear bastante y buscar cómo asegurar un próximo lugar para el reciclaje. Mención especial en economía circular debería entregarse para aquellos que a vista de todos se reciclan en el Parlamento Andino, alcaldías aliadas, entre otros. Parecería ser que la consigna general es huir del sector privado lo más que se pueda, ¿o será que son conscientes de que en otras cir cunstancias hace rato los habrían liquidado? Muy descabellado no es si tomamos en consideración las inasistencias, el trabajo mediocre y la falta de resultados.
Con una segunda vuelta hasta el momento etérea, sin un desenlace claro. Con un Consejo Nacional Electoral que está en el apogeo de su ineptitud. Cancelando reuniones, sin un pizca de iniciativa propia, esperando la predisposición de los candidatos que con un comunicado se hacen humo, sin conocimiento de la opción “vista previa” antes de imprimir las papeletas, en fin. En medio de este circo mal hecho y que nos cuesta a todos nos llega otro circo más. Malabaristas cuyas pelotas caen al piso constantemente, que no saben dar piruetas y cobran exageradamente solo por amargar. Exactamente, USD 2,925,554.01 nos cuestan mensualmente las gracias de la Asamblea.
Hoy por la puerta de salida del circo vemos desfilar a la exasambleísta prófuga que en lugar de rendir cuentas a la justicia, está en Twitter haciendo proselitismo. Se retira también la asambleísta acusada de corrupción que involucró a sus familiares y en su tobillo tiene un grillete. Entre abucheos también se va la que será recordada por lo recaudado gracias a los sueldos de sus asesores. También se van aquellos que cobraron por atacar a personajes del gobierno central y que una vez logrado el objetivo al parecer empezaron a vivir en Suecia porque no volvieron a hablar. Lancen tomates, pero guarden algunos porque los vamos a necesitar para los que están por entrar.
Una exasambleísta y una exvocal del CPCCS destituidas vuelven. Continuarán dos reelectos que se pautaron pidiendo 4 años, como si no hubiesen tenido suficiente. Otro reelegido que cuando en campaña le preguntaban qué había hecho divagaba. Hermanos y amigos que funcionarán de brazos políticos para terceros. Unos recordados por memes, por corruptos o por ser protagonistas de episodios lamentables.
Dice la sabiduría popular que los circos pobres nunca terminan de irse completamente. El circo costoso y de mal gusto ha sido una constante en los últimos años, ¿permitiremos que la nueva asamblea sea un anexo de la saliente? Esperemos que no.
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