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El presidente que buscamos para la post-pandemia ¿quiénes se perfilan?

martes, 14 julio 2020 - 05:20
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Sin Jaime Nebot en la arena electoral. Rafael Correa quiere ser candidato a Vicepresidente; pero la constitución se lo impide. El virus de la incertidumbre llega al Consejo Nacional Electoral: tres de sus cinco miembros bajo amenaza de destitución por no eliminar a cuatro organizaciones políticas, entre ellas, el correísmo. Una encuesta revela que el 83 por ciento pide un mandatario con mano firme. Y joven. Según otro estudio, es tiempo de que una mujer llegue hasta Carondelet.
 

El calendario es inexorable, aún en tiempos de pandemia. El 24 de mayo de 2021, Lenín Moreno entregará el poder a su sucesor. A 10 meses del relevo, hay más dudas que certezas. Llegan hasta el propio ente electoral, organizador de los comicios.
 
Jaime Nebot Saadi no será candidato a presidente. El último jueves de junio -en un mensaje pregrabado- el dos veces postulante a la Presidencia de la República, en 1992 y 1996, anunció que no participaría en la carrera hacia Carondelet, aunque dijo tener las posibilidades electorales intactas.

“Es público que en este momento encabezo todas las encuestas serias, pero he resuelto no ser candidato a la Presidencia de la República, ni volver a hacerlo a ninguna dignidad electoral; y lo que es más, tampoco volver a desempeñar cargo público alguno”, sentenció Nebot, quien fue alcalde de Guayaquil entre 2000 y 2019.

La decisión, tomada en marzo anterior, no la hizo pública antes por la crisis sanitaria. Tres premisas, “tan válidas como contradictorias”, en palabras de Jaime Nebot, influyeron en su resolución. Según explicó, fueron estas: la irrenunciable vocación de servicio público; la repugnancia respecto a la forma en que se hace política en el país; y el pedido de su familia cercana para que le dé tranquilidad, luego de 35 años de vida pública. En su mensaje de 16 minutos informó que abrazará una causa nacional: el impulso a una consulta popular, a la que llamó “consulta de la prosperidad”. “No necesitamos un nuevo presidente, necesitamos un nuevo país con un nuevo rumbo, positivo, eficaz y solidario. Pero -sobre todo- estructurado y decidido por ustedes”.

Entre los temas que se preguntarán al pueblo está la defensa de los aportes de los afiliados a la seguridad social. Las aportaciones representan casi la cuarta parte del salario mensual, y una pregunta buscará garantizar que “no sean usadas como caja chica del Gobierno de turno”.

La consulta, según anunció, también busca garantizar el apoyo al agro como política de Estado; la generación de estímulos tributarios; el impulso a alianzas público-privadas que atraigan inversiones privadas; la racional explotación minera e hidrocarburífera.

César Ulloa, politólogo e investigador, advierte que cuando Nebot renuncia a la candidatura, opta por sentar las bases de un mejor futuro para el país. En ese sentido, trasciende el rol de un candidato.

En 1992 y 1996, Jaime Nebot Saadi postuló para presidente. En ambas ocasiones llegó a segunda vuelta. Desde allí ha desistido de un tercer intento. Ahora promoverá una consulta.

El vacío de Nebot
Nebot, en su ya acostumbrada estrategia de suspenso, aseguró que su partido (Social Cristiano) tendrá candidato propio para las presidenciales de 2021, sin precisar más detalles. Poco después se hizo pública la precandidatura de Cristina Reyes, actual asambleísta, por el Partido Social Cristiano.

Reyes, quien es abogada, empezó una campaña en redes sociales para denunciar el reparto de contratos en la salud, semanas antes de conocerse la negativa de Nebot, lo que a juicio de analistas fue una suerte de autopromoción anticipada.

Un estudio de la empresa Click Report en junio, con 760 personas, hizo una simulación electoral. En este ejercicio, el actual vicepresidente Sonnenholzner aparece entre los más opcionados para la presidencia. Tiene 49 por ciento de calificación positiva de gestión y un 48,8 por ciento de credibilidad, de acuerdo con Cedatos. Su capital político está intacto; no acusa el desgaste del actual gobierno liderado por Moreno.

Sonenholzner dejó su cargo como vicepresidente el 7 de julio. Si bien se prevé que participe como candidato a la Presidencia en las elecciones que por ahora se mantienen para el 7 de febrero del 2021, el principal motivo de su renuncia, dicen sus allegados, es la ruptura en la relación con personajes claves del Gobierno en la emergencia sanitaria en abril pasado, incluido el Presidente.

Ángel Polibio Córdova, fundador de Cedatos, asegura que el ecuatoriano está indeciso y es temprano para lanzar predicciones. “El 85 por ciento de electores no sabe por quién votar. Su máxima preocupación es sobrevivir el día a día. Para la mayoría de políticos, en cambio, su preocupación es la ‘carrera de caballos’, quién va primero en las encuestas. No les importan los problemas que viven las familias. Solo buscan candidatos, no importa que sean cantantes, deportistas, reporteros o payasos, ni en cuántos partidos ha militado. Poco interesa su experiencia profesional, honradez y capacidad para ejercer una función pública”. Eso escribió Córdova, en un artículo titulado “Corrupción perversa”.

Correísmo en apuros
El expresidente Rafael Correa anunció -por medios virtuales- que, si lo dejan, participará en los comicios de 2021.

“Si me dejan, seré candidato a la Vicepresidencia de la República. Los que tengan dudas, solo pregúntense: ¿cuándo vivieron mejor? ¿Ahora o durante la Revolución Ciudadana? No es momento de hablar de candidaturas, pero lo mío está prácticamente definido, por eso tratan de evitarlo. Si me permiten seré candidato, veremos si eso ayuda a una victoria eletoral... tengo que estar ahí por mi patria y por mis compañeros perseguidos. Nosotros somos gente honrada, los corruptos son los que nos persiguen”.

Pero el constitucionalista Rafael Oyarte alerta que no tiene asidero este anuncio. En su argumento, el mayor obstáculo no es el caso Sobornos, cuya sentencia, en primera instancia, conculcó los derechos políticos de Correa por 25 años y le condenó a ocho años de prisión. La única función que cumple el vicepresidente, según el texto constitucional aprobado por el correísmo, es la subrogación presidencial. Correa nunca podría reemplazar al presidente, ya no puede volver a ejercer la presidencia a causa del límite constitucional a la reelección.

La hermana del expresidente Correa empezó 2020 como una figura en campaña. Pierina Correa tuvo agenda llena en las provincias de El Oro, Manabí y Bolívar, al inicio del año. Participó en enlaces en los que se escuchaba el mensaje del exmandatario, a través de medios virtuales.

Antes de la pandemia, su hermano Fabricio Correa, advirtió en una entrevista radial con el exprefecto de Guayas, Jimmy Jairala, que Pierina “ahora que está haciendo campaña, me deja a mi mamá”, y que no votaría por ella. Se refirió a que en 2019 (para las elecciones de autoridades locales), Pierina “saltó a la cancha con un grupo de malandros”.

El movimiento Fuerza Compromiso Social fue inscrito ante la autoridad electoral con la lista 5. Creado por Iván Espinel, emparentado con los hermanos Alvarado Espinel. Iván Espinel fue candidato presidencial para las elecciones de 2017, su oferta de campaña fue cortar las manos a los corruptos. Más tarde, se alió con el gobierno de Moreno y fue ministro de Inclusión Social, hasta que no pudo justificar el origen de los recursos con que adquirió una casa. Hoy cumple prisión por lavado de activos.

La tienda política que creó Iván Espinel permitió al correísmo participar en las elecciones seccionales de 2019, porque la lista 35 (movimiento Alianza PAIS) quedó en manos de la facción morenista. Con la divisa de Fuerza Compromiso Ecuador, Pierina Correa se candidatizó a la Prefectura de Guayas y obtuvo casi el 18 por ciento de la votación. Ahora, esa es una de las cuatro organizaciones políticas observadas por la Contraloría, por haber sido inscritas sin cumplir con el mínimo de firmas requerido por la ley.

Contraloría observó la inscripción de cuatro organizaciones políticas. Por su renuencia a tomar cartas en
el asunto, el ente de control amenaza con destituir a la mayoría del consejo electoral.
 

Más dudas
También deben ser eliminados los movimientos Justicia Social, creado por el esposo de Pamela Martínez, exasesora de Rafael Correa y exjueza constitucional correísta. Igualmente Podemos, del exprefecto del Azuay, Paúl Carrasco.

Ese mismo fin tendría Libertad es Pueblo, lista 9, organización política creada portario, que apoyó la tesis del SÍ en la consulta de febrero. Uno de sus militantes más conocidos es el activista político Fernando Balda. Él anticipó que todo es una estrategia para obstaculizar su candidatura. Hace una semana Balda anunció su precandidatura, y avanzó que el próximo 15 de julio comenzará a recorrer el país para explicar su proyecto político y de gobierno bajo la Lista 9.

El exhorto de Contraloría, sobre la eliminación de esos movimientos, coincidió con el cierre del registro de organizaciones políticas en el CNE, de cara a las elecciones de 2021.

Tres de los cinco consejeros electorales -es decir, la mayoría del CNE- enfrentan una posible destitución, si no acatan la resolución de Contraloría. Diana Atamaint, presidenta; Esthela Acero y José Ricardo Cabrera, consejeros, aseguran que el contralor Pablo Celi no tiene competencia en temas electorales. Al cierre de esta edición, el tema se encuentra bajo análisis jurídico en el CNE.

La crisis institucional ahonda las dudas. Un estudio de la consultora Clima Social, de junio, detectó que el 56,6 por ciento no confía que el ente electoral (CNE) organice los comicios de forma limpia y transparente. El 66,4 por ciento dijo estar de acuerdo con el voto electrónico por temor al contagio; el 50 por ciento afirmó que la autoridad electoral no entrega información en forma oportuna. La pugna interna en el CNE es notoria.

Según el calendario aprobado, la primera vuelta será en febrero; la segunda en abril. El último lunes de junio el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) negó un pedido para cambiar las fechas de las distintas etapas previas. El TCE argumenta que requiere tiempo para resolver recursos y denuncias que afectan a los participantes en los comicios. Por todas estas consideraciones, en plena pandemia, se propaga el virus de la incertidumbre frente a lo electoral.

El perfil del presidente
El estudio de la firma Click, elaborado en junio, esboza los atributos que los encuestados buscarían en el próximo mandatario, quien recibirá el mando en la postpandemia. Sobresale un rasgo: casi el 83 por ciento de esos encuestados coincide en que el país necesita un presidente con mano firme.

Sin embargo, el estudio de la empresa Clima Social, también de junio, arroja resultados distintos: el 77 por ciento de esos encuestados cree que es tiempo de una mujer en el Palacio de Carondelet. Y el 60 por ciento plantea que es hora de que asuma un mandatario joven. Mientras las encuestadoras lanzan predicciones, hay al menos una docena de aspirantes a la presidencia.

El espectro de la centro izquierda tiene un postulante: Gustavo Larrea, por Democracia SI. Del ala más radical puede haber sorpresas. Una de ellas: la posible candidatura de Yaku Pérez, hoy prefecto del Azuay. Es posible que la CONAIE lance su propio candidato.

Actualmente hay 24 organizaciones políticas nacionales, de ellas, ocho son partidos políticos y 16 son movimientos. Entre organizaciones provinciales, cantonales y parroquiales, suman 283 los actores políticos reconocidos por el CNE.

Si desaparece el paraguas político del correísmo, este podría buscar cobijo en otro movimiento, a través de alianzas para terciar en las elecciones de 2021.

Para cercanos a esa tienda, la candidata del correísmo será Marcela Aguiñaga.

Por la derecha, Lucio Gutiérrez busca volver a Carondelet, desde donde salió en helicóptero en abril de 2015. Isidro Romero busca apoyo. Y Guillermo Lasso sigue en la
arena, al igual que en 2017.

 

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