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Brasil amanece sin autobuses en día de protestas contra Temer

miércoles, 15 marzo 2017 - 11:32
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Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, amaneció hoy sin autobuses, con algunas vías bloqueadas y con un enorme embotellamiento de vehículos particulares en un día en que fueron convocadas protestas en todo el país contra la reforma al régimen de jubilaciones propuesto por el presidente Michel Temer.
 
La mayoría de las conductores de autobuses de Sao Paulo atendió la convocatoria de los sindicatos durante la jornada de protesta, en tanto que el metro funcionaba parcialmente, con sólo dos de sus tres líneas circulando normalmente.
 
Ante la paralización del transporte público, el gobierno municipal suspendió provisionalmente la norma que restringe la circulación de vehículos particulares según su matrícula, con lo que, con miles de automóviles en las calles, la ciudad afrontó un enorme tráfico.
 
Al gigantesco atasco contribuyeron los bloqueos de algunas vías promovidos por organizaciones sociales como el Movimiento de los Sin Tierra que participaron en la convocatoria de protesta.
 
Un grupo de manifestantes llegó a bloquear casi una hora la Vía Dutra, una de las principales autopistas del país y que comunica Río de Janeiro y Sao Paulo, en tanto que otro grupo montó un bloqueo en la Raposo Tavares, otra importante vía de acceso a la mayor ciudad de Brasil.
 
Las paralizaciones parciales se repiten en varias de las ciudades del país en una demostración de fuerza de los sindicatos y movimientos sociales que convocaron el Día Nacional de Movilización y Paralización contra la Reforma de las Jubilaciones.
 
Los sindicatos protestan contra la polémica reforma al régimen de jubilaciones y pensiones que Temer presentó a consideración del Congreso en diciembre y que eleva a 65 años la edad mínima para que tanto hombres como mujeres puedan acceder a esos beneficios.
 
Según las leyes actuales, en Brasil las mujeres pueden jubilarse con treinta años de cotización y los hombres con 35 y no existe para ello ningún límite de edad, con lo que hay quienes llegan a acogerse al sistema de protección social con apenas cincuenta años.
 

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