Angelina Jolie revela dos secretos sobre sus hijas
Gabriela Pinasco martes, 10 marzo 2020 - 02:41
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La actriz Angelina Jolie reveló que dos de sus hijas se sometieron a cirugías por distintas dolencias en los últimos meses. Lo dijo en un artículo que escribió para la revista Time por el Día Internacional de la Mujer, a manera de ejemplo sobre cómo las mujeres deben cuidarse entre ellas mismas y mantenerse en la lucha para que todos sus derechos sean respetados.
“He pasado los últimos dos meses entrando y saliendo de cirugías con mi hija mayor, y hace días vi a su hermana menor pasar por el quirófano para una cirugía de cadera”, escribió la ganadora del Oscar.
La artista tiene seis hijos: Maddox, un joven de 18 años que estudia en la universidad en Corea; la propia Zahara, de 15, adoptada en Etiopía meses después de nacer; Pax, de 16 años y que adoptó en Vietnam cuando el pequeño tenía cuatro; Shiloh, de 13 años, su primera hija biológica y que ahora es un niño que se hace llamar John; y los mellizos Knox y Vivienne, niño y niña nacidos en Francia en julio de 2008.
Jolie redactó el artículo mientras esperaba en el hospital, el pasado 8 de marzo. Dijo que lo hacía respetando la privacidad de sus hijas, quienes la incentivaron a escribir este ensayo. “Ellas entienden que atravesar retos médicos y pelear por sobrevivir y sanar es algo de lo que hay que estar orgullosas”.
Aunque la también directora de cine no menciona los nombres específicos de quienes se sometieron a las operaciones, se puede deducir que al inicio se refiere a su hija Zahara, quien en enero cumplió 15 años y a la que ella adoptó en julio de 2005 en Etiopía. Y que sería su hija Vivienne de 11 años quien se sometió a una cirugía de cadera.
El ensayo sigue así:
“En estos días he visto a mis hijas cuidarse entre ellas. La más joven aprendió todo lo que hacían las enfermeras con su hermana para poder hacerlo. He visto también como todos mis hijos pusieron en segundo plano su vida y convirtieron en su prioridad a sus hermanas. He visto la alegría que sentían al estar al servicio de sus seres queridos.
También las he visto enfrentarse a sus miedos con una decidida valentía. Todos sabemos cómo es ese momento en el que sabemos que nadie más puede ayudarnos y en el que todo lo que podemos hacer es cerrar los ojos y respirar. El momento en el que solo podemos dar el siguiente paso si aceptamos ese dolor, que es cuando nos estabilizamos y lo hacemos.
Esa ternura de las niñas, su apertura e instinto para cuidar y ayudar a los demás, debe ser apreciada y no abusada. Debemos hacer mucho más para protegerlas en todas las sociedades: no solo contra las formas extremas en que a menudo se violan los derechos de las niñas, sino también contra las injusticias y actitudes más sutiles que a menudo pasan desapercibidas o excusadas.
Por eso mi deseo en este día es que valoremos a las chicas. Cuidemos de ellas. Y sepan que cuanto más fuertes crezcan, más saludables serán y más contribuirán a su familia y comunidad. Peleen mucho, señoritas. Nos cuidaremos mutuamente es gran parte del camino a seguir en el futuro. Conozcan sus derechos. Y nunca dejen que nadie les diga que no son preciosas, especiales y, sobre todo, iguales”.
