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Paúl, Javier y Efraín ya volvieron a casa

jueves, 19 julio 2018 - 11:41
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La verdad no muere. El secuestro  y la ejecución de Paúl, Javier y  Efraín abren los ojos de un país  ajeno a la realidad de la frontera norte.
 
Donde la vida y la muerte valen menos  que un kilo de droga que se transporta  a través de esa tierra de nadie. Que el  narcoterrorista reclama como suya.  Que el Estado intenta recuperar por  las armas. Que el campesino siembra  entre lágrimas y sangre.
 
Dieron la vida por buscar la verdad.  Regresaron en féretros, tres meses  después de haber sido secuestrados.  Juntos fueron a la que para ellos fue  su cobertura final. Juntos descansan  en fosas contiguas en un cementerio  del norte de la ciudad, donde fueron  enterrados a fines de junio.
 
 
Los despidieron, con lágrimas y  cantos, sus familiares, amigos, colegas  y hasta quienes los conocieron solamente  por las imágenes de vídeo en las  que aparecen encadenados.  “Así, será mi destino. Partir, lleno  de dolor. Llorando, lejos de mi Patria,
lejos de mi madre, y de mi amor…”. A   Efraín le dedicó su familia el pasillo  “Collar de Lágrimas” antes de la despedida  final.
 
“Tuve la oportunidad de abrazar a  mi hermano antes de partir (hacia la  cobertura) y cuando lo volví a ver abracé  a ese féretro. Nosotros estamos aquí,  pero a ellos los asesinaron”. Ricardo  Rivas, hermano mayor del fotógrafo,  anunció en un homenaje la víspera del  entierro, que los familiares no descansarán  hasta descubrir la “Verdad de estos  hechos, no la verdad que nos quieran  imponer”. Él fue uno de los familiares  que viajaron hasta Cali para las pericias  forenses que pudieran confirmar si los  restos encontrados en fosas en el Alto  Mira (Tumaco), correspondían a los  cuerpos de los periodistas secuestrados  el 26 de marzo.
 
Como si no hubiera  sido suficiente con vivir  semanas de incertidumbre  por las versiones contradictorias  entre los gobiernos  de ambos países,  los familiares sufrieron  un nuevo golpe antes de  identificar los cadáveres.  La información fluía a través de cuentas  oficiales en redes sociales. 
 
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