<img src="https://certify.alexametrics.com/atrk.gif?account=fxUuj1aEsk00aa" style="display:none" height="1" width="1" alt="">

¿Cuáles son los riesgos de las enfermedades cardíacas?

lunes, 15 mayo 2017 - 08:31
Facebook
Twitter
Whatsapp
Email

La salud cuesta. Hay que invertir mucho esfuerzo en crear hábitos de vida más sanos: alimentación, práctica de ejercicios y manejo del estrés. Pero la salud también cuesta dinero y mucho. Para muestra un botón: se estima en $ 615 millones el costo financiero de las enfermedades cardíacas en Ecuador. A esta cifra se llegó gracias a un estudio realizado en varios países de Latinoamérica, incluido Ecuador, por la firma de auditoría internacional Deloitte, con la colaboración de médicos especialistas y Novartis, cuyos resultados se hicieron públicos semanas atrás.

La investigación calculó el costo de cuatro afecciones cardíacas comunes que son insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio, fibrilación auricular (arritmia) e hipertensión, durante el año 2015. 

El doctor Bolívar Sáenz Tello, cardiólogo del Hospital Militar con una subespecialidad en insuficiencia cardíaca, fue uno de los consultores del estudio. Él explica brevemente en qué consiste cada una de las cuatro patologías. 

 

Señala que el infarto de miocardio ocurre por una obstrucción aguda de alguna de las arterias coronarias, como la causada por la ruptura de alguna placa de colesterol que forma un coágulo e impide la circulación completa a nivel del corazón. 

“La fibrilación auricular, en cambio, es una arritmia que provoca que la frecuencia cardíaca aumente en forma descontrolada y desordenada, al no haber un fluido normal de sangre dentro del corazón puede llegar a formarse un coágulo”, explica y agrega que la hipertensión arterial, como su nombre lo indica, es el aumento de la presión en las arterias que puede llevar a la rigidez de las mismas evitando que pase suficiente sangre a los órganos del cuerpo, en el caso del riñón, por ejemplo, podría llevar a una insuficiencia renal. Finalmente indica que la insuficiencia cardíaca es la falta de capacidad del corazón de llevar sangre a las diferentes partes del cuerpo, provocando falta de oxígeno en todos los niveles.

¿Cómo se llega a la cifra?

Los 615 millones de dólares como costo financiero en un año incluyen los ingresos que se dedicaron a la atención de 1,4 millones de personas que padecen estas enfermedades. El 37 por ciento del costo financiero recae sobre el sistema de salud (227 millones de dólares).
El 63 por ciento restante (388 millones de dólares) corresponde a pérdidas de productividad. En este rubro se incluyen la del paciente, las pérdidas para la empresa en la que trabaja, horas de ausentismo, pago a cuidadores, horas improductivas por parte de sus familiares
para dedicarlas a la atención del paciente, muerte prematura y pérdidas de recaudación tributaria para el gobierno.
 
¿Quién paga?
 
El estudio también señala que los costos de la atención de estas enfermedades cardíacas fueron pagados por el gobierno, por los aseguradores privados y por los pacientes, mientras que la pérdida de productividad fue asumida por los pacientes, por el gobierno (ingresos
fiscales perdidos), además de la familia y amigos que, en muchos casos, redujeron sus horas de trabajo para proporcionar cuidados a los enfermos. 
 
Datos significativos
 
Resulta también interesante descubrir que esos 615 millones de dólares representan el 0,6 por ciento del Producto Interno Bruto de 2015, año en que se realizó el estudio. Otro dato importante que arroja la investigación es que la carga económica de las cuatro condiciones cardíacas consideradas en el estudio equivale al 2,5 por ciento del gasto en el sector salud durante ese año.
 
Además de la implementación de medicina preventiva, una de las recomendaciones presentada por Deloitte a partir de la investigación es la incorporación de intervenciones como la telemedicina o el soporte telefónico a pacientes con estas enfermedades crónicas. En países del primer mundo, con mayor acceso a equipos tecnológicos en sus hogares y a Internet, los pacientes se comunican desde sus casas con los médicos para indicarles si existe algún signo inusual que reportarles, para compartirles sus latidos cardíacos y hasta para enviar electrocardiogramas sin necesidad de pasar por toda la burocracia que implica un gran hospital. De ese modo, se toman medidas al instante y solo a los pacientes que lo requieren se les pide que se internen, mientras que a los otros casos se les da las indicaciones a seguir y el paciente continúa con su vida normal. 
 

 

 

Más leídas
 
Lo más reciente