El inicio de año llega siempre cargado de propuestas de nuevas formas de alimentación para mejorar la estética y la salud. Pero una reciente publicación de New England Journal of Medicine, destaca los sorprendentes beneficios del ayuno intermitente y no sólo para bajar de peso.
EL autor de la publicación, Mark Mattson, neurocientífico de la Universidad Johns Hopkins, indica que numerosos estudios han mostrado que intercalar períodos de ayuno con periodos de ingesta de alimentos promueve la salud celular.
El ayuno intermitente activa el cambio metabólico, que es la adaptación biológica ancestral a los tiempos de escasez alimentaria. Estas transformaciones ocurren cuando las células agotan las reservas de glucosa y emplean las grasas como fuente de energía.
Mattson afirma que esto se proyecta en una mejora de la regulación de la glucemia, aumento de la resistencia al estrés oxidativo, disminución de la inflamación, reducción de la presión arterial, de la grasa en la sangre y de la frecuencia cardíaca en reposo, además de mostrar beneficios cognitivos, especialmente en la memoria, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Toronto.
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