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Adopción: encuentros y frustraciones

lunes, 29 abril 2019 - 09:50
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224 niños, niñas y adolescentes se encuentran en aptitud legal para ser adoptados, de acuerdo al Ministerio de Inclusión Económica y Social, MIES.  Un colorido recuadro sugiere a los visitantes de su página web hacer clic en el botón de “Inicia el Proceso de Adopciones Aquí”. 
 
De acuerdo a la ley vigente pueden adoptar parejas o personas solas, capacitadas, idóneas, sensibles, comprometidas, con una visión de derechos para aceptar el rol de madres y padres adoptivas/os, dispuestos a asumir apropiadamente la crianza, protección, cariño, educación, salud, buen trato, de sus hijos, contribuyendo con amor a la garantía de derechos.
 
De acuerdo a la información publicada por este ministerio, en el mes de enero de este año se realizaron dos adopciones en el país. En enero del año pasado, fueron cuatro. Parece un número muy bajo. 
 
 
Alicia es una profesional del área de salud que en el año 2011 presentó su solicitud de adopción. Hizo su solicitud como persona soltera y cumplió todos los requisitos exigidos: documentos, exámenes físicos, asistencia a los módulos de capacitación no tuvo respuesta a su petición.
 
“Dos años después me contactaron para decirme que todos los documentos y certificados de salud que había ingresado ya habían caducado, que debía volver a presentarlos y volver a hacer los módulos. Lo hice todo nuevamente”.
 
Aproximadamente siete meses después la llamaron a decirle que podían darle en adopción un niño pero cuando solicitó revisar su expediente se dio cuenta de que padecía varias complicaciones permanentes de salud, inclusive problemas cardiacos y cerebrales, que hacían necesarias visitas frecuentes a varias especialistas de modo periódico y la atención en casa de varias personas.
 
“Yo no podía dejar mi trabajo ni contaba con ayuda para cuidarlo así que no lo adopté. Luego me llamaron a decir que tenían un niño de siete, pese a que yo había dicho que quería que sea un niño o niña de menos de cuatro años para facilitar la adaptación. Me sentí defraudada, en ese momento desistí de todo el proceso”.  

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