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A la "casa de orrores" ortográficos en las calles de Ecuador

domingo, 23 junio 2019 - 09:58
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Un concurso en Ecuador pretende poner coto a "orrores" ortográficos del calibre de 'devo', 'acer' o 'cosinar' en los espacios públicos del país, y poner el acento en unos errores de los que no se salvan ni las instituciones públicas.
 
En la que es ya su sexta edición en Ecuador, el certamen, denominado "Caza de erratas", premia a las mejores fotografías que pongan en evidencia las faltas ortográficas o gramaticales que aparezcan en vallas publicitarias, señalización, carteles y rótulos, y de paso desafiar a la gente a escribir bien.
 
Todo para tratar de evitar carteles como los que en una imprenta de Quito ofrecen "inpresiones", o el de una tienda de insumos para fiestas infantiles que aseguran estar de "ocación".
 
Ni hablar ya de carteles callejeros a mano como el de "Prohibido votar basura" o el anuncio de un "Taller de bisicletas".
 
La Asociación de Correctores de Texto (Acorte) auspicia el concurso ante lo que consideran una imperiosa necesidad de generar conciencia en la ciudadanía de los errores que se cometen a diario, además de mostrar la importancia de utilizar adecuadamente el lenguaje a los ecuatorianos.
 
La razón principal de la mala escritura, según la directora ejecutiva de Acorte, Elizabeth Salgado, es la falta de lectura de la población y a la luz están los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), que indican que el ecuatoriano lee, en promedio, medio libro al año.
 
Entre las razones esgrimidas para la falta de "hábitos de lectura", el organismo precisó que tres de cada diez ecuatorianos aseguró que no leía por falta e interés o tiempo.
 
Coincide con este negro balance un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) que reveló que Ecuador se sitúa entre los países de la región donde menos libros se lee por año.
 
Errores garrafales también aparecen de tanto en tanto en algunos medios nacionales, según Salgado, que dijo que se sorprenderían de ver las faltas ortográficas "terribles" que se encuentran en noticieros televisivos, incluidos "los de España".
 
Pero existen otras razones que contribuyen a la deformación del lenguaje, según la directora de Acorte, y entre ellas están las nuevas herramientas de comunicación.
 
Salgado reconoció que los errores ortográficos y gramaticales se ven mucho en las redes sociales en las que se suele emplear un lenguaje más "informal" y advirtió que la mala ortografía queda en segundo plano cuando "no se tiene cuidado con el buen uso de la gramática", que impide la correcta comunicación.
 
Ese no debería ser el caso del actual ministro de Educación, Milton Luna, que recientemente escribió en un tuit la palabra "discensos" en lugar de "disensos", que significa desacuerdos.
 
Ni el de un periodista que recientemente pedía por un grupo de WhatsApp oficial la "difución" de un mensaje urgente tras haber perdido una mochila.
 
En este sentido, la directora de la carrera de periodismo de la Universidad de las Américas (UDLA) en Quito, Yolanda Aguilar, señala que en las redes sociales, marcadas por la inmediatez, también se encuentran "orrores" que muchas veces hacen que se pierda la credibilidad en su autor.
 
Bien sea por la influencia de los milenials o nativos digitales, o la premura con la que uno escribe en dispositivos móviles, Salgado advirtió que es importante cuidar cómo escribimos porque se vuelve la carta de presentación de quien escribe.
 
El ciudadano de a pie que identifica una falta ortográfica ya sea en la calle o en las redes, donde se encuentran palabras como 'cosinar', 'x fabor' o 'devo', puede ahora señalar esos fallos para que no se repitan y participar en el certamen.
 
Aunque algunos sentirán vergüenza por cómo se escribe en el país, en esta convocatoria también se busca que los concursantes se "diviertan corrigiendo", y motivarlos a que amplíen su compromiso, interés y gusto por la lengua.
 
Pero más allá de las prisas, para algunos especialistas los "orrores" ortográficos y gramaticales son consecuencia de un descuido o de la ignorancia propia de un país.
 
Aguilar manifestó que las erratas en la escritura muchas veces se cometen por "falta de atención", pero también puede ser un "tema de educación".
 
En 2018 y según datos del Ministerio de Educación de Ecuador, 5,4 millones de ciudadanos en el país no habían concluido la escolaridad en un país de más de 17 millones de habitantes.
 
Y coincide en resaltar el papel de los educadores en motivar a los alumnos en la lectura y el conocimiento de la gramática incluso desde etapas preescolares.
 
"Hay que empezar a leer y aprender desde lo que nos gusta", concluyó. 

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