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El club: los trapos sucios de la Iglesia

viernes, 15 enero 2016 - 03:57
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En una especie de casa de retiro, en las brumosas costas chilenas, viven cuatro curas y una monja. Apenas salen, no se relacionan con los habitantes del pueblo, cumplen horarios rígidos y comparten los ritos religiosos. Se distraen entrenando un perro -un galgo- en las playas desiertas. El porqué de su peculiar exilio se revela brutal cuando arriba un sexto huésped. Se trata de otro sacerdote, pero a este sus pecados lo persiguen en carne y huesos: un exmonaguillo se instala frente a la discreta morada para gritar borracho, como en una letanía, las cosas  terribles que el “padrecito” le hacía. La casa es un refugio para descarriados de la Iglesia, para borrarlos discretamente del mapa, para evitar escándalos, pero ahora todo peligra.
 
“Lugares así han existido en todo el mundo donde tiene presencia la Iglesia católica”, asegura el chileno Pablo Larraín, director y guionista de este filme que ganó el Oso de Plata en el festival de Berlín y fue finalista en los Globos de Oro. ¿Cómo será la vida al interior de una de aquellas residencias?, se preguntó el director de “No”, y creó esta nueva y potente fábula que es “El club”, un drama con elementos de policial,  y en el que sobrevuela un inteligente humor negro.
 

Pablo Larraín, director y guionista de "El club". Actualmente
prepara su próxima película: una nueva versión de "Scarface".
 
El griterío del exmonaguillo y un oscuro suicidio, encienden las alarmas de la cúpula;  un sacerdote investigador llega a la casa, el padre García.  Entonces, la narración avanza con un doble e intrigante movimiento. Sin flashbacks, desde el presente, opera el misterio sobre el pasado: ¿Por qué exactamente están allí los habitantes de esta bizarra comunidad? García tiene los expedientes de todos, pero cada cual cuenta su “verdad” como puede. Además, mientras progresan las pesquisas se revelan las intenciones de García, y se instala el suspenso: ¿Cuál será el futuro de este club clandestino? ¿Qué harán sus moradores?
 
La fotografía de esta película se ubica en las antípodas del lugar común: ni claroscuros dramáticos ni oscuridad redundante. Por el contrario, casi siempre la luz del día domina la escena, pero es una luz impertinente, a contramano, brumosa, que al mismo tiempo que ilumina, vela.
 
 
La interpretación está a cargo de grandes actores chilenos, entre ellos Antonia Zegers -la expareja del personaje de Gael García Bernal en “No”- y Alfredo Castro, quien también trabajó bajo las órdenes de Larraín en “Tony Manero” (y es el protagonista de la aclamada película venezolana "Desde allá”). Los personajes de “El club” son inquietantes, complejos. De su mano y sin maniqueísmos nos adentramos en las zonas más oscuras del corazón humano, y en el deseo de Larraín por condenarlos a una penitencia tan terrible como sus pecados.
 

El club (The Club)
País:  Chile
Año: 2015
Dirección:  Pablo Larraín
Guión: Guillermo Calderón, Daniel Villalobos  y Pablo Larraín
Fotografía:  Sergio Armstrong
Reparto:  Roberto Farías, Antonia Zegers, Alfredo Castro, Alejandro Goic, Alejandro Sieveking, Jaime Vadell, Marcelo Alonso
 
PREMIOS
Festival de Berlín: Gran Premio del Jurado
Globos de Oro: Nominada a Mejor película de habla no inglesa
Festival de San Sebastián: Sección oficial competitiva (Horizontes Latinos)
Festival de Mar del Plata: Mejor guión y elenco masculino (Castro, Farías, Vadell, Goic)
Premios Fénix: Mejor película, director, guión y actor (Alfredo Castro)

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