Los “agujeros de gusano” permitirían un viaje en tiempo y espacio, sostenidos en la teoría de Einstein
Miguel Alvarado lunes, 18 mayo 2020 - 11:45
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La revolución intelectual provocada por Albert Einstein en 1915 con el descubrimiento de la teoría general de la relatividad, en 1915, no lo alcanzó a sí mismo. Un agujero dentro de su argumento académico lo dejó insatisfecho. Comparemos como una manzana cuando tiene un gusano dentro, para salir cavará un hueco en la forma más recta posible. Esto permite que ingrese un objeto y al instante salga otro, igualmente con los agujeros negros que absorben materia y energía, pero luego, ¿serían expulsados por alguna parte? Lo llaman el efecto agujero de gusano.
"En esa época, y por varios años más, se creía que lo agujeros negros no existían, que eran artefactos de las matemáticas. Incluso Einstein pensaba así”, recuenta el físico Jim Al-Khalili para BBC Mundo. Pero algo le molestaba a Einstein: "En el centro del agujero negro, alcanzabas la singularidad, el punto en el que toda la materia se comprime a tamaño 0 y, por ende, densidad infinita. A Einstein, como buen físico, no le gustaba algo que contiene materia, pero cuyo tamaño es 0. Es como dividir algo para 0 en tu calculadora y te dice que cometiste un error”, argumenta.
En compañía del físico estadounidense-israelí Nathan Rosen publicaron un artículo académico en el que señalaron que, si cambiaban un poco las matemáticas, esa singularidad se convierte en un puente que lleva del centro del agujero negro a otro lugar, quizás a otro agujero negro o incluso a un agujero blanco.
Un agujero negro es cuerpo espacial que absorbe todo lo que cae en él, sea materia o luz, y no vuelve a salir. Un agujero blanco es lo opuesto: que escupe todo. La idea era que quizás todo lo que caía en un agujero negro era expulsado al otro extremo, que era un agujero blanco. Se lo conocería como el puente Einstein-Rosen.
De acuerdo con la teoría general de la relatividad de Einstein, los agujeros de gusano no solo pueden usarse para viajar a través del espacio, sino también a través del tiempo. El cosmólogo, Andres Pontzen, indica que este efecto podría convertir a una máquina del tiempo: "Si eres capaz de crear dos extremos de un agujero de gusano que enlazan dos espacios, y tomas uno de esos extremos y lo mandas en un viaje a la velocidad de la luz, lo que estarías haciendo es enviarlo al futuro. Así, tendrías un agujero de gusano que no sólo te lleva de un lugar a otro sino también de una época a otra".
Sin embargo, la noción de cambiar el pasado es errónea debido a la existencia de leyes físicas que protegen. Es decir, la línea temporal está protegida, no se puede cambiar algo que ya pasó porque, por definición, ya sucedió. La única probabilidad es producir otro universo parte de un multiverso que contenga las diferentes versiones del resultado de las acciones creadas, lo cual, físicamente es factible.
¿Cuál es la complicación? Que es factible, pero solo en papel. El cosmólogo Pontzen explica que los mecanismos para que funcionen son más complejos: "Que realmente existan, es otra cosa, porque para crear uno y sostenerlo necesitas una vasta cantidad de una forma muy exótica de energía para mantener abiertos los extremos del agujero de gusano y mantenerlo estable, muy distinta a la energía que conocemos. Es un tipo de energía que ni siquiera sabemos si existe. Pero de existir, es posible que pudieras crear un agujero de gusano".
Eso es referirse a materia exótica, según Al-Khalili, más complejo que la antimateria. La materia exótica supone tener masa negativa. ¿Es posible tener masa de -5 kilogramos? Pero, considerando la teoría de la relatividad de Einstein, en la que la masa y energía se encuentran relacionadas, tenemos que sí habría energía negativa.” Uno puede absorber energía de un vacío, de manera que el vacío queda con energía bajo 0, lo que está bien si le devuelves esa energía al vacío rápidamente”, expone Al-Khalili, quien lo relaciona cuando no se tiene dinero, pero se pide un préstamo.
