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Walter Spurrier: “Si mantenemos el desorden se saldrá del dólar a un costo muy alto”

viernes, 19 febrero 2021 - 05:44
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Políticamente inmaculado, la voz de Walter Spurrier ayuda a entender nuestros fenómenos económicos y es referente para los inversionistas internacionales al momento de hacer negocios en el país.
 
“Hubo una época en que yo señalaba la credibilidad que tenía la publicación Análisis Semanal, en base al número de años que llevaba. A estas alturas casi me da vergüenza decir que llevo 50 años…”, dice entre risas Walter Spurrier, una voz tan seria que hasta los dictadores lo han respetado a lo largo de medio siglo.
 
¿Cuánto ha cambiado el país? 
 
El país, en mi experiencia, ha bajado escalones. Entre 1970 y 1982, el Ecuador era muy bien visto y muy bien recibido en el exterior. Se consideraba que era un país que iba a salir adelante. En los años 82-83 vino el primer golpe, la crisis vinculada a la caída del precio del petróleo. Después vino la crisis del cambio de siglo, la del sistema financiero. En ambas perdimos mucho peso internacional.
 
¿Y la de ahora? 
 
Estamos más mal todavía. Siento que la crisis de hoy es mucho más profunda que las anteriores. La última se sintió muy fuerte por el número de bancos que cayeron y las personas que perdieron sus ahorros. Pero la economía se recuperó muy rápidamente. Ahora veo la situación mucho más complicada: Es la primera vez que en este país se presenta una alternativa de tirar abajo toda la estrategia económica, lo que es sumamente preocupante.
 
¿La dolarización un camino sin retorno? 
 
La dolarización obliga al orden. Cuando no se tiene dólares, los países pueden volverse desordenados en el sentido de acuñar la moneda nacional y gastar sin haber creado la riqueza. Eso, aparte de poner tanto dinero en el mercado, hace que la economía se ajuste por inflación y por devaluación a un costo alto para las personas que perciben salarios.
 
Cuando teníamos moneda propia con inflación de dos dígitos altos, los sueldos perdían poder adquisitivo mes a mes, eso era tremendamente angustioso. En dolarización, el Estado gasta solo el dinero que tiene o el que se lo prestan. No puede crear dinero. 
 
La dolarización requiere ese nivel de disciplina. Pero en los últimos 20 años el país no ha tenido esta disciplina y muy en particular durante el gobierno anterior. Lo que se hizo en la década anterior, fue totalmente contrario a lo que es la dolarización. Si vamos a querer mantener un desorden se saldrá del dólar a un costo muy duro.
 
¿Hay 8.000 millones depositados en Suiza? ¿Se pueden usar?
 
El Banco Central requiere que las instituciones públicas mantengan su plata en sus arcas y exige a los bancos privados mantener una parte de sus depósitos en sus bóvedas. Ese dinero está depositado en condiciones muy líquidas para acudir a él en cualquier momento. Pero esa plata no le pertenece al Banco Central, el grueso de ese dinero pertenece a las personas que tienen sus depósitos en los bancos privados. Si el Banco Central lo gasta, no estará en condiciones de devolverlo. 
 
De hecho, ya se gastó el gobierno anterior unos siete mil millones de esa plata y no se ha podido reponer. A cambio el Banco Central recibió unos certificados que se están renovando permanentemente. Si el día de mañana los bancos necesitan ese dinero, el Banco Central no se los podrá dar. Eso es un mal uso del dinero de la ciudadanía. Dilapidar dinero de los depositantes es una gran irresponsabilidad
 
¿Podrían quebrar algunos de los bancos? 
 
Si hubiese una corrida de depósitos, quizás. A no ser que el gobierno diga que los bancos pueden devolver los depósitos en dólares electrónicos o emitir algún papelito. Entonces ahí sí podrían hacerlo. Y no es que los bancos han prestado mal a sus clientes, sino que el Estado se les ha llevado la plata. 
 
Entonces podríamos estar con ese problema de que a la final tenga que pasarse una ley para que los bancos puedan entregar un certificado de tesorería, un bono electrónico o cualquier cosa porque el Estado no tiene cómo responder. 
 
Una forma de recuperarnos es incrementar los ingresos, ¿es posible duplicar la producción petrolera? 
 
Se supone que sí se puede aumentar la producción petrolera. Hay estudios internacionales como uno de British Petroleum, que dice que el Ecuador tiene las terceras reservas más importantes de América Latina, después de Venezuela y Brasil. Hay países vecinos que tienen menos reservas y el doble de la producción. El Ecuador no ha buscado todo el petróleo que tiene. 
 
La política pública ha sido poner impuestos que han desalentado nuevas inversiones. Porque una cosa es lo que a uno le cobran de impuestos cuando tiene un negocio en marcha otra es cuando le van a cobrar ese impuesto y usted ni siquiera sabe si el negocio le va a dar rentas. 
 
En 1973 el gobierno militar diseñó una política tributaria ajustada a lo que podía pagar Texaco (hoy Chevron) y Texaco pudo trabajar. Pero las otras empresas se fueron y no hubo más exploración. Hubo una apertura con León Febres-Cordero pero también después se subieron los impuestos. Luego vino Rafael Correa que cambió los contratos a prestación de servicios. En estos, el Estado asume todo el riesgo, pero limita la rentabilidad. Así no se torna atractivo invertir. 
 
A fines de los sesenta, las principales empresas petroleras del mundo estaban interesadas en el Ecuador. Cuando Febres-Cordero hizo su apertura petrolera, las interesadas eran las del siguiente lote como Occidental o Repsol. Las que están entrando ahora, son muy pequeñas, de capitales latinoamericanos o árabes. O sea, hemos perdido el primero y segundo nivel de empresas a escala mundial.
 
Además, todo apunta a que el petróleo va a perder valor. Hay países importantes que están ordenando que las flotas de nuevos vehículos tienen que ser con tal porcentaje eléctrico a partir de 2030. Eso significa que va a ir bajando de precio. Sin embargo, sí hay cómo aumentar la producción. El límite es llegar al millón de barriles, incluso se puede llegar a más, pero es cuestión de invertir.
 
¿Vale soñar con la minería? 
 
Con el petróleo a precios bajos, la minería puede generar iguales ingresos o incluso más. Lo que se lee en las publicaciones mineras internacionales es que, si uno toma el Ecuador y lo pone encima de la parte norte de Chile, notamos que tiene una geología parecida. Y Chile es el primer exportador mundial de cobre y eso ha sido el sustento de la balanza comercial chilena y de su situación fiscal. 
 
El Ecuador tiene un tremendo potencial. Aquí no ha habido una explotación minera importante. Ahora hay mucho interés. Las principales mineras del mundo están esperando que el gobierno abra el catastro y comience a otorgar concesiones. Pienso que sin el petróleo y sin las minas, la salida de la crisis va a ser muy dura y los impuestos van a tener que subir mucho.
 
Otra opción es reducir gastos, ¿se puede aún reducir el tamaño del Estado? 
 
Es complicado. El país ha tendido a crecer su burocracia de una manera desmedida. El problema es que el crecimiento no ha venido unido con una mejora de la calidad de los servicios públicos. Hay mucha burocracia no productiva. Cargos que se dan por hacer favores a personas que muchas veces no trabajan. El país tiene que ir a una reducción bastante importante del número de empleados del sector público porque es impagable lo que tenemos ahora.
 
Pero se ofrece crear millones de nuevos empleos, ¿es posible? Pienso que eso está bien como meta, pero es sumamente complicado. Eso requiere también otra legislación laboral. Como despedir empleados es muy costoso, las empresas no contratan y con esta crisis se ha despedido a mucha gente. Además, hay una tendencia mundial a que la maquinaria reemplace a los humanos. Solo si tuviésemos un mercado laboral flexible y salarios competitivos, las empresas no sentirían la necesidad de recurrir a estas tecnologías. Pero ante la situación, la gran empresa tiende a cambiar sus plantas con equipos que les permita prescindir de empleados. Pero las pequeñas compañías tienen menos productividad y menos capital y tienen más mano de obra y se les torna muy difícil salir adelante.
 
¿Qué reformas se necesitarían? 
 
Un poco más de flexibilidad en los horarios, que se pueda reubicar a un colaborador y poder trabajar también en horarios que no son los normales (de 9h00 a 17h00, de lunes a viernes) o sí los sábados y no los lunes. Y también, menos indemnizaciones en el despido. El Ecuador tiene uno de los regímenes laborales más estrictos del continente. 
 
¿Es viable rebajar el IVA? 
 
Subirlo, bajarlo o mantenerlo, depende de la situación fiscal. El gobierno de Rafael Correa adoptó un impuesto muy inconveniente, el ISD. Es una especie de devaluación que no beneficia al exportador sino al fisco. El momento en que saca este impuesto, no se puede bajar el IVA. Pienso que habría una tendencia a subirlo a menos que se reduzca fuertemente el sector público. Dentro de los impuestos el IVA es uno de los más sanos porque uno paga sobre lo que consume. Solamente si la situación fiscal fuese muchísimo menor yo recomendaría no subir el IVA, de lo contrario habría que subirlo.
 

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