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Las duras cifras que muestran la realidad de la teleeducación en Ecuador

viernes, 13 noviembre 2020 - 06:21
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Con la pandemia, en la educación superior se registró un cambio tecnológico forzado. Antes de la emergencia sanitaria, la mayoría de la oferta académica era presencial. Por ejemplo, el 85 % de las carreras de tercer nivel y el 92 % de cuarto nivel era presencial. Eso cambió radicalmente en los últimos meses.

Ahora más de 600 mil estudiantes asisten de forma virtual a 60 universidades y escuelas politécnicas del país. Esto se dio en momentos en que el 63 % de los hogares ecuatorianos no cuentan con acceso a internet, según información compartida por Agustín Albán, secretario de Senescyt, durante el Webinar: “Los Retos de la Educación y Oportunidades de la Tecnología para el Ecuador”, desarrollado por Unesco y Huawei.

La realidad del país en cuanto a teleeducación es precaria. Solo uno de cuatro hogares cuenta con una computadora. Apenas el 59 % de los ecuatorianos tenía un teléfono celular activado e inteligente, de los cuales, el 72% está en manos de personas entre 16 y 24 años de edad.

Según Albán, ciertas carreras universitarias pueden mantenerse de forma virtual, mientras que otras como ingenierías y Medicina, deberán optar por una combinación de clases virtuales y presenciales, especialmente debido a las materias prácticas. Sin embargo, no descarta el uso de realidad virtual.

"Transitaremos a un modelo híbrido, en mayor o menor medida de clases presenciales, dependiendo de cada carrera", indicó Albán.

Para ello, también se requiere actualizar el marco regulatorio de la educación superior, ya que actualmente está enfocado a la educación presencial.

Limitaciones
Tener una computadora o teléfono no necesariamente significa un adecuado acceso a la tecnología. "Aunque tuvieras una computadora, no pueden correr ciertos programas. Inclusive, las plataformas virtuales no fueron diseñadas para usarlas en un teléfono móvil y por el alto consumo de datos resultaba oneroso estudiar", indica Albán, sobre las dificultades que se han encontrado en el camino.

En la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) realizaron una encuesta a sus estudiantes, de los cuales el 60 % es de nivel socioeconómico bajo. Allí se revela que el 46 % no disponía de un lugar exclusivo para el seguimiento de las clases virtuales y que el 80 % tuvo distracciones durante las clases. A eso se suma que el 62 % no pudo ver videos durante las clases.

Además, el 60 % de los estudiantes de la ESPOL accedían a sus clases a través de una laptop y un 15 % por medio de una PC. El restante 25 % lo hizo con una tablet y teléfono inteligente. En tanto, que el 34 % no pudo instalar el software requerido para el desarrollo de trabajos académicos. Para reducir esa brecha, este centro de educación superior realizó y coordinó donaciones para sus estudiantes de equipos tecnológicos.

Pese a eso, la educación virtual abre la puerta a estudiantes de provincias en las que hay una baja tasa bruta de matrícula en universidades. Ese es el caso de las provincias de Napo, Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Orellana y Sucumbíos. En esas cinco provincias amazónicas, la tasa de matrícula está por debajo del 10 %.

Lo contrario ocurre con Chimborazo, Pichincha, Loja, Azuay y Bolívar, que tienen una tasa superior al 30 %.

Educación básica
De acuerdo al Ministerio de Educación, el 52 % de los estudiantes de educación básica y bachillerato ingresa a las plataformas educativas a través del teléfono celular. Mientras que el 46 % lo hace por medio de una computadora. El restante 2 % lo hizo por tablet.

Actualmente, los esfuerzos de esta cartera de Estado se centran en el desarrollo del proyecto ‘Conectando al Futuro’. A través de esa iniciativa se busca reducir la deserción escolar en el bachillerato, en séptimo y décimo de educación general básica. En total, se beneficiarán más de 300 mil estudiantes. Ese plan se prioriza en establecimientos de áreas rurales y en instituciones con mayor rezago o retraso en su educación.

Esto se complementa con el ‘El Mundo de Eugenia, Ciudadanía Digital’. Allí, se busca que los estudiantes conozcan sobre el ciberacoso y la ciberseguridad.

"Estamos viendo en redes que un grupo de adultos, no todos, no dan un buen ejemplo, por lo tanto es urgente formarlos en lectura crítica de mensajes”, indicó Monserrat Creamer, ministra de Educación.

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