"Hay que seguir reescribiendo la historia": entrevista a Gloria Gallardo
Diana Romero viernes, 9 octubre 2020 - 08:20
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Gloria Gallardo Zavala lleva casi dos décadas al frente de la promoción cívica de Guayaquil. Ha colaborado con tres alcaldes. Desde el Comité de obras del Bicentenario de la Independencia de Guayaquil busca resaltar la gesta de octubre como el inicio efectivo de la libertad del Ecuador
Gloria Gallardo llegó al municipio de Guayaquil en 1992 invitada por el alcalde León Febres-Cordero como directora de Promoción cívica, prensa y publicidad. Con ella nació la campaña patriótica “Ahora o nunca, Guayaquil vive por ti”.
¿Qué la motivaba?
Tenía una frustración horrorosa después de haber trabajado desde 1979 en el periodismo. Para 1992, Guayaquil estaba peor de lo que ya habíamos denunciado: Los basureros tiraban los deshechos al pie del palacio municipal, los pandilleros se tomaban la avenida 9 de Octubre a punta de botellazos en las fiestas de la ciudad... Asumí un desafío, un reto.
¿Qué objetivos se propuso?
Rescatar los valores cívicos de la ciudad, la historia, las tradiciones, la identidad que se había perdido, arrasada por la corrupción. Logramos que el ministro de Educación, Eduardo Peña, declare a esta campaña cívica como campaña oficial. Así todas los planteles públicos y privados participaron. Llegamos a 600 mil niños y jóvenes. El 9 de Octubre cobró la importancia que tenía.
¿Cuál es la importancia de la fecha?
Desde el año 1992 hasta el 2020, podemos decir, con propiedad histórica, por los hechos, por los documentos consultados que el 9 de Octubre de 1820 no solamente gritamos ser libres, organizamos, ejecutamos y conquistamos la libertad. Esto no es un tema regionalista. La historia es así, se escribe de una manera, pero luego comienzan a salir los documentos y el valor del historiador es cuestionar hechos y reescribir la verdad. Mi trabajo me ha llevado a estudiar el tema, asesorada por los historiadores guayaquileños Efraín Avilés Pino y Melvin Hoyos.
¿Cómo se celebrará el Bicentenario?
Hemos sido víctimas de una pandemia y Guayaquil fue el eje central de la misma con resultados catastróficos. Todo lo que se había programado se quedó en carpeta, sobre todo las obras del Bicentenario. El dinero que se iba a emplear en las obras, la alcaldesa lo destinó a salud, a salvar vidas. Venturosamente los conjuntos escultóricos, especialmente el monumento a la bandera, ya estaban contratados. Los conjuntos escultóricos están hechos, están listos para que se puedan ubicar en la Plaza del Bicentenario. Fue la obra de infraestructura la que no se pudo realizar.
¿Dónde estará la Plaza del Bicentenario?
En el antiguo Parque Olmedo. Es el último lugar que quedaba del Malecón como para levantar un monumento histórico. Esto porque el Malecón es el lugar más emblemático de la ciudad, allí se suscitaron los hechos más importantes de la revolución de Octubre.
¿Cómo nació esa idea?
Un mes y medio antes de posesionarse, la alcaldesa Cynthia Viteri me ratificó como presidenta de la Empresa Pública de Turismo y me dijo: ‘Mire Gloria. Yo quiero un monumento por el Bicentenario. Búsqueme el lugar y háganse cargo de este proyecto’. Yo le respondí: Es el honor más grande que yo pueda recibir después de haber trabajado cívicamente por mi ciudad durante 17 años. Entonces le dije a Parsival Castro, arquitecto e historiador, acompáñame a buscar un lugar para el monumento. Tenía que ser un lugar ligado a la historia. Y se me viene a la cabeza el antiguo parque Olmedo, donde estaba el monumento al prócer de la independencia. Y lo más importante fue que podíamos hacer un eje de tres obras monumentales: el Monumento a la Bandera, la Plaza Cívica Olmedo y la Ruta Viva de la Independencia que unirá los lugares emblemáticos de la gesta octubrina.
¿Cómo será el monumento a la bandera?
Nunca se ha hecho un monumento a la bandera del Guayaquil independiente. Va a tener 18 metros. A los lados, haciendo una calle de honor, está el pueblo de Guayaquil de 1820 que luchó junto a los próceres. Y también el pueblo de 1920. El capitel donde se levantará es el mismo de la columna de los Próceres para ligar el primer centenario con el bicentenario.
¿Quiénes estarán allí?
Los héroes olvidados, las mujeres de Guayaquil como Ana Garaycoa, que prestó su casa exponiéndose a que los españoles la pudieran matar. Son esculturas de tamaño natural que llevan en sus manos las antorchas de la libertad. Los personajes fueron escogidos por historiadores. La selección de mujeres fue hecha por Jenny Estrada. Este conjunto escultórico se unirá a la Plaza Cívica. El monumento de José Joaquín de Olmedo será remodelado totalmente. Tendrá una jardinería espectacular, fuentes de agua, árboles de bambú en la parte posterior. En el frente se colocará el fuego inextinguible de la libertad. Olmedo es el padre de la Paria.
¿Qué es la Ruta Viva?
Es recorrer los 17 lugares que marcan el paso de la Revolución de Octubre. Estamos hablando de los cuarteles españoles, la Armería del Rey, la casa de José de Villamil, el Fortín de La Planchada, la Casa Consistorial en donde se firmó el acta de Independencia. Todo iluminado con luces led, con una tecnología de punta, con sistema braille, con sensores en inglés y en español.
¿Cuándo sería la inauguración?
Las tres obras monumentales serán inauguradas por la alcaldesa de Guayaquil el 9 de octubre de 2021, con la bendición de Dios. Pero este año, las maquetas y la descripción de los proyectos serán exhibidas en el Palacio de Cristal del 7 al 31 de octubre.
¿Es usted guayaquileña?
Muérase de la risa, yo nací en Ancón. Mi madre decidió pasar los últimos meses de embarazo al pie del mar. Un 3 de marzo la golpeó una ola y yo me vengo antes de tiempo. Nací en la clínica de los ingleses y si no hubiera sido por eso no hubiera vivido, porque solo allí había una incubadora. Pasé un mes en incubadora. Pero claro, mi papá enseguida me inscribió en Guayaquil.
¿Y sus ancestros?
Mi abuelo Enrique Gallardo Triviño fue condecorado por el cabildo por los 100 años de la independencia, como uno de los guayaquileños que impulsaron el progreso de Guayaquil. Yo conservo su medalla. Lamento no haber conocido a mi abuelo, pero sé que por allí me nace el guayaquileñismo.
