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Fotos: El primer waorani vacunado contra la Covid-19 en Ecuador

martes, 4 mayo 2021 - 12:56
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La vacuna contra el coronavirus llegó al pueblo waorani. Mario Cahuiye, de 51 años y con una discapacidad física, fue uno de los primeros pobladores wao en ser inmunizado contra la COVID-19. Ocurrió el primer domingo de mayo.

Cahuiye recibió la vacuna china Sinovac. Él es un líder territorial del pueblo waorani; vive en la comunidad Cononaco Chico, a aproximadamente seis horas por la ribera del río Shiripuno, al sur del cantón Francisco de Orellana.

Para su pueblo, Mario Cahuiye es un pikenani (anciano). Habla wao terero y traduce al castellano: revive los malos recuerdos que trajo la pandemia, cuando murió uno de sus amigos, el pikenani Pego. Del miedo, algunos se internaron selva adentro, esperando estar a salvo del mal de los coworis, como ellos conocen a los extraños.

Alex Arteaga, director de Salud Pública distrital de Orellana, Sacha y Loreto, explicó a Vistazo que el líder comunitario recibirá la segunda dosis dentro de 21 días. En días sucesivos, otras comunidades waorani se integrarán al Plan Vacunarse. Según conoció este medio, 145 pobladores wao se contagiaron en la pandemia.

La población aproximada es de 600 personas, según el censo de 2010. En la provincia de Orellana se asientan en dos cantones: Francisco de Orellana, donde viven 14 comunidades; y Aguarico, donde se registran otras 9 comunidades.

El antropólogo Mateo Ponce explicó que el fallecimiento de un miembro de esa nacionalidad en una casa de salud causó en ese pueblo preocupación y temor a acercarse a un hospital. Ponce colabora con el grupo social FEPP, en cooperación con la Fundación Alejandro Labaka y la Unión Europea. Para el experto, es necesario mantener protocolos como la prohibición del ingreso de extraños al territorio wao. Además, instó a aumentar la capacidad de testeos para dirigentes que residen en las ciudades, para evitar que retornen a sus comunidades portando el virus.

Ponce enfatiza que muchos ancianos evocan el proceso de contacto, que se consolidó en los años 60s, a través del Instituto Lingüístico de Verano (ILV), integrado por misioneros estadounidenses. Otras comunidades tuvieron un acercamiento a través de las misiones católicas.

El protectorado de Tiweno era el espacio donde se reunieron los wao contactados por el ILV. En esa época se desató una epidemia de poliomelitis, que causó muertes y discapacidad. Es complejo disociar esta pandemia de la experiencia posterior al contacto, cuando este pueblo enfrentó males como hepatitis y otras patologías, explicó el antropólogo. Para los wao, el acercamiento a la medicina occidental es por esta razón complicado.
 

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