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¿Cómo vendía Abraham Muñoz, amigo de Daniel Salcedo, medicamentos donados al IESS contra la Covid-19?

jueves, 9 julio 2020 - 08:29
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Salen a la luz más irregularidades relacionadas a la crisis de la COVID-19 en Ecuador. Esta vez, las denuncias apuntan a Abraham Muñoz, entrenador y parte del círculo de amigos cercanos a Daniel Salcedo, quien es investigado por peculado y fraude procesal por la presunta venta de insumos médicos con sobreprecio a hospitales públicos del país.
 
Entre los meses de marzo y abril, cuando la pandemia ocasionó el colapso sanitario en Guayaquil, varios ciudadanos, desesperados por conseguir medicamentos que ayudaran a combatir el virus, contactaron a Muñoz, debido a que él ofrecía ampollas de ACTEMRA, también conocida como Tocilizumab, mismas que fueron  utilizadas en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para reanimar a pacientes con el SARS-CoV2.
 
"Casi puse mi vida en manos de este delincuente ABRAHAM MUÑOZ, mi hermano buscaba desesperado la medicina y la vendían a $800 cada ampolla sin refrigeración, lo que explica por qué muchos fallecieron a pesar de conseguirla", denunció Julieta Sagnay en su cuenta de Twitter, e inmediatamente surgieron otras denuncias similares, la respuesta de Roche (laboratorio que fabricó el medicamento donado al IESS), e incluso el presidente del consejo directivo del Seguro Social, Jorge Wated, comentó en la publicación.
 
 
Sagnay, quien es doctora en Medicina y Cirugía Especialista en Psiquiatría, Salud Mental y Adiccionología y una de las sobrevivientes de la COVID-19, contó a Vistazo la odisea que pasaron ella, familiares y amigos para adquirir el fármaco.
 
Cuando estuvo hospitalizada y no respondía al esquema de retrovirales y corticoides, Sangay dice que empezó la búsqueda de la hidroxicloroquina y Actemra. Por lo que, su hermano solicitó en redes información sobre el medicamento.
 
“Ya me tenían que intubar y no había respirador. Éramos mi persona y un compañero de trabajo que estaba en otra sala. Estábamos súper mal, mi esposo empezó a buscar las medicinas por todo Guayaquil y a mi hermano le dan el número de este señor Muñoz, lo contacta y él le pide $1.200, mi hermano le pedía una rebaja y él le decía ‘apura apura, ya decídete’, pero, en eso mi esposo consiguió en Roche las últimas que había porque ya se habían acabado en todas las clínicas particulares. Me llevaron esas dos ampollas y yo mejoro. Esa noche nos salvamos dos personas que conseguimos las ampollas”. Afirma que el efecto de la Actemra fue inmediato.
 
Tras su recuperación, Sagnay se prometió ayudar a salvar a otras personas, por lo que compartió el número de Muñoz a sus contactos, entre ellos a médicos que estaban graves.
 
Sin embargo, le sorprendió que un amigo que compró a Muñoz no mejoró. “Cuando salí de alta, yo llamé a Muñoz e incluso le pedí una rebaja, entonces vi sus fotos y me llamó la atención el dinero que ganaba, y medicamento que estaba en cartones que decían IESS”.
 
 
Además, el fármaco no cumplía con la cadena de frío. “Pero eso no está refrigerado le dije, eso no sirve, y después me mandó una foto de los medicamentos dentro de una nevera”, dice.
 
También le envió una foto de unas muestras médicas de 80 miligramos, ante aquello Sangay le preguntó por qué cobraba el mismo precio.
 
Tras los cuestionamientos de Sangay, Muñoz “luego se comportó medio raro”. Por lo que, el hermano de ella, quien había tenido más contacto telefónico con él, lo llamó, pero esta vez Muñoz le pidió receta. Intentaron citarlo en una urbanización, e incluso llamaron a la Policía, pero esta última les dijo que debían poner una denuncia en Fiscalía. 
 
Sangay no supo nada más de él, hasta ahora que vio a Muñoz en los medios por su vinculación en uno de los procesos contra Salcedo. Es ahí, que revisa en sus registros y comprueba que es la misma persona.
 
Confiesa que decidió denunciarlo en redes sociales por coraje, luego de haber perdido por coronavirus a personas cercanas a ella, a pesar de haber conseguido las ampollas de ACTEMRA.
 
"Si él (Muñoz) vendió este medicamento sin refrigeración, a cuántas personas él vendió y cuántas murieron a pesar de habérselas puesto", cuestiona Sagnay, al argumentar que por la interrupción de la cadena de frío se habría afectado el 47% de efectividad.
 
¿Cómo sale el medicamento del IESS?
 
En una acta de entrega consta que en el Hospital del Guasmo se entregaron ampollas de Tocilizumab a Muñoz, en calidad de préstamo. Luego, él las habría ofertado en sus redes sociales.
 
 
 
Sobre el medicamento, Sangay cuenta que solo lo tienen hospitales de tercer de nivel, de especialidades, y no entiende cómo salieron de bodega si para su uso el paciente solo la puede recibir de forma intrahospitalaria, por prescripción de Reumatología o jefe del área.
 
"Para que alguien acceda a este medicamento, tiene que ser comprobado ante un comité médico, mediante una solicitud a Quito, para indicar sobre pacientes que han fallado en otros esquemas", detalla Sangay, al agregar que el fármaco no está en la lista básica de medicamentos.
 
Luego de algunos días, el medicamento llega a la bodega y el paciente lo recibe dentro del hospital, porque es de uso delicado. "Entonces, para que alguien lo reciba es una cadena de custodia tremenda", relata.
 
Tras el hecho, Sangay denunció directamente a laboratorios Roche sobre lo ocurrido. "Si nosotros entregamos las pruebas, audios y videos a laboratorios Roche Ecuador sobre la estafa del Actemra y este comunicó al IESS, pregunto: ¿por qué el IESS no denunció el robo de su propia medicina?". 
 
Al respecto, laboratorios Roche Ecuador ha indicado que toda la información en referencia, que incluye videos y fotografías, fue notificada a las autoridades correspondientes. 
 
Ante cualquier información relevante, alertamos a las autoridades sobre estas potenciales irregularidades respecto a la comercialización de nuestros productos. Así, por ejemplo, (...) en manejo inadecuado en la cadena de frío, Roche ECUADOR S.A. de manera ordinaria antes y durante la pandemia, notifica formalmente a las autoridades competentes a fin de que éstas, tomen las acciones que estimen adecuadas y oportunas, incluyendo la investigación de las evidencias y potenciales responsables en cada caso".
 
El laboratorio explicó que sus medicamentos están enfocados en enfermedades de alta complejidad, por lo que son de venta exclusiva bajo prescripción médica y por tanto solo deben ser adquiridos en establecimientos autorizados, para garantizar la seguridad, eficiencia y eficacia de los productos.
 
 
Por su parte, Sagnay pide que el IESS y sus autoridades investiguen y expliquen cómo Muñoz obtuvo esas medicinas.
 
Luego del accidente de la avioneta en Perú, el nombre de Abraham Muñoz se hizo público debido a que su identidad fue usada por Daniel Salcedo para salir del país.
 
Ahora, Muñoz, quien era entrenador personal de Salcedo desde hace unos tres años, dice que no sabía que su cliente y amigo usaba su nombre, y que desconocía sobre los negocios del sospechoso. Además, lo denunció por una supuesta suplantación de identidad.
 
"Se burlaron de las personas, tenían la vida de las personas en un cartón, las vidas de los guayaquileños dependieron de un cartón, y un tipo las tenía", concluyó Sangay.
 
Y considera que los involucrados en los recientes casos de sobreprecios tienen un nivel de psicopatía: “no sentir dolor, y cuántas personas le habrán rogado y luego vieron morir a sus familias. Es inaceptable”.

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