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La triste historia de Jennifer Grey: el odio con Patrick Swayze en “Dirty Dancing” y una cirugía que destruyó su carrera

sábado, 12 diciembre 2020 - 12:55
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Jennifer Grey alcanzó la fama mundial tras interpretar el papel de la inolvidable “Baby” en el super éxito de Hollywood de los 80 "Dirty Dancing". Sin embargo, la actriz pasó de la fama al olvido: la industria que la dejó de contratar porque ya nadie la reconocía.
 
Pese al éxito y a la gran popularidad del filme que protagonizó junto al fallecido Patrick Swayze, la carrera de la actriz se terminó abruptamente a los 27 años. Swayze se convirtió en todo un sex symbol, mientras que ella desapareció de la industria, publica Infobae.
 
Con Patrick Swayze, fallecido de cáncer de páncreas en 2009 a los 57 años, no se soportaban. Ambos alcanzaron la fama mundial en la película basada en una historia de amor de verano entre Johnny Castle, un seductor instructor de baile, y Frances “Baby” Houseman, una adolescente de familia adinerada. Y aunque en la pantalla grande había química entre ellos, en la vida real no podían ni verse.
 
“Jennifer no quería a Patrick. Nos suplicó que, por favor, cualquiera menos él. No se caían bien”, aseguró la guionista Eleanor Bergstein.
 
Durante los ensayos, la actriz no paraba de cometer errores que obligaban a repetir las tomas una y otra vez y Swayze no podía disimular su hartazgo por la actitud infantil de su colega. El actor tenía una mala impresión de Grey.
 
La hija del actor y ganador del premio Oscar Joel Grey sacaba de quicio al protagonista de “Ghost”, lo que propició el malestar entre ambos.
 
Uno de los momentos más tensos sucedió con la escena del ensayo en la que “Baby” rodeaba con su brazo el cuello de Johnny y éste la acariciaba suavemente. La actriz era incapaz de contener la risa porque tenía cosquillas cada vez que él la tocaba con las yemas de los dedos. Él se cansó de repetir las tomas por la reacción de su compañera. Swayze acusó a Grey de no tomarse en serio el trabajo.
 
Por otra parte, Grey comenzó a arruinar su carrera cuando decidió hacerse un cirugía estética. Salió del quirófano siendo otra; ya nadie la reconocía. “Baby” ya no existía más. Llegó incluso a plantearse cambiarse de nombre artístico para reiniciar su carrera desde cero. 
 
En 1987, la actriz tomó una pésima decisión: someterse a una rinoplastia. Grey decidió realizarse una pequeña intervención para modificar la nariz que quizá le impidió alcanzar antes la fama, pero que en ese momento ya a nadie le importaba, detalla Infobae.
 
“Entré en el quirófano siendo una celebridad y salí siendo anónima”. Esta frase terrible fue el amargo lamento de la actriz tras su paso por el quirófano a finales de los ochenta. El cambio de imagen de Grey fue tan radical que ni siquiera sus conocidos la reconocían. 
 
“Era como estar en un programa de protección de testigos o ser invisible”, declaró la artista tras el desastroso resultado. Reconoció que esperaba cambiar su apariencia, que tanta veces le había jugado en contra en las audiciones, pero no hasta el punto de que destruyera su carrera porque nadie reconocía ya a la bella chica de “Dirty Dancing”.
 
Grey ha seguido trabajando como actriz, pero solo ha conseguido algunos papeles secundarios o participaciones en series como “Friends” o “Greys Anatomy”. Quizá el retorno de Grey a la industria del cine llegue con la secuela de “Dirty Dancing”.
 
A los 60 años, la actriz busca tener otra opotunidad en la industria. Para ello, decidió retomar próximamente su papel de “Baby” en una secuela que producirá el estudio Lionsgate y que dirigirá Jonathan Levine.

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