El polémico payaso mexicano acusado de misoginia
Misógino, borracho y resentido. Así siempre ha descrito Victor Trujillo a su personaje, el payaso Brozo.
La polémica llegó a Trujillo recientemente debido a las críticas contra el gobierno de López Obrador, presidente de México, tras del escándalo desatado por la candidatura de Félix Salgado Macedonio. El hombre aspira a la gubernatura de Guerrero, pero tiene dos denuncias por violación, así como tres señalamientos por violencia sexual.
Inmediatamente los simpatizantes del presidente buscaron y viralizaron viejos sketches de Brozo, muchos de los cuales eran subidos de tono. Ante esto, Trujillo dijo que “ahora que el partido en el poder y el presidente insultan a la sociedad impulsando a un señor acusado de violación, surge una repentina campaña donde uno de mis personajes resulta ser peor que su candidato”.
Sin embargo, los enfrentamientos surgen del hecho de que su programa “El Mañanero”, antes considerado como lenguaraz y desfachatado, ahora además sea visto por un sector de la sociedad como un espacio en el que había mujeres semidesnudas que no tenían ni voz ni rostro, y solo servían para el entretenimiento de comentaristas e invitados.
Incluso a dos de las modelos, las que duraron más tiempo en el show, se las llamaba coloquialmente la “reata” y la “nachas” (nalgas).
Aimée Vega Montiel, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la UNAM, dice que esa normalización en el discurso de los medios sobre la discriminación de las mujeres “atenta contra su dignidad y perpetúa el tratamiento estereotipado y la violencia hacia ellas”.
Vega comentó con indignación que el movimiento feminista, que ha ganado voz en los últimos años, se ha visto afectado en el fuego cruzado entre simpatizantes del oficialismo mexicano y el comediante creador de Brozo. Los partidos solo habrían recurrido a ellas para atacar a su adversario, sin ningún interés en la lucha contra la violencia de género.
“El uso que intentan hacer (los políticos) de este caso para descalificar una voz crítica de la actual Administración, me parece igualmente misógino que los comportamientos de Brozo. Los derechos de las mujeres nuevamente son subordinados y se miran como algo instrumental de lo que sacar provecho”, indicó.
A mediados de 2000, Trujillo consolidó su éxito en la televisión y de la mano de Televisa, sacó al aire el programa de noticias El Mañanero, que llegó a igualar en rating al noticiero más visto de la televisora.
Ninguno de los grandes partidos políticos mexicanos (PRI, PAN o Morena) han escapado de los comentarios del payaso. Brozó se convirtió en una figura tan importante que, de acuerdo a El País, llegó a hacer conexiones en directo con la conferencia matutina La mañanera de López Obrador cuando era jefe de Gobierno de Ciudad de México desde El mañanero.
La libertad creativa que le han dado los medios y su descaro natural le habrían servido al comediante para crear toda clase de situaciones incómodas e indiscretas frente a la televisión mexicana. Mientras tanto, las mujeres que lo acompañaban continuaban siendo “cosificadas”, como denuncian los colectivos de derechos humanos.
“Víctor Trujillo se ha desmarcado de la personalidad de su personaje más conocido y ha negado ser misógino, acosador o violador, sin embargo, no puede deslindarse de su responsabilidad de crear un personaje cuya popularidad, en gran parte se debió a la prevalencia de discursos machistas, con los cuales sostuvo un pacto con un país como México”, denuncian desde el colectivo feminista Luchadoras.mx
Pese a su personaje tan descarado, Trujillo ha ofrecido disculpas por su altergo y lo que sus acciones pueden ocasionar.
“Si alguna (mujer) se sintió ofendida por lo que hice o dije a través de mis personajes, lo lamento muchísimo. Ustedes, como público, tienen todo el derecho de acabarme. Mientras, seguiremos el tiempo que ustedes lo permitan incomodando a quien esté en el poder, sea quien sea”, dijo en el mensaje.
Con los nuevos tiempos han llegado nuevos cambios al programa. Ahora, por ejemplo, ya no hay mujeres semidesnudas para el entretenimiento de público masculino, sino que la producción las ha cambiado por una asisten digital con voz femenina, a la que el payaso llama Chachita.
