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Un abuso contra la libertad de expresión

lunes, 30 noviembre 2020 - 10:57
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    Uno de los méritos del presidente Lenín Moreno ha sido su respeto a la libertad de  expresión durante más de tres años.  Eliminó la Supercom, desde donde su  antecesor Rafael Correa aprovechó  para poner una mordaza a la prensa  independiente pues según lo establecía la Ley sin mediar un proceso en la  justicia, el órgano “sancionó y supervisó los contenidos y opiniones en los  medios”. Moreno también había sido cuidadoso con el uso de cadenas  nacionales, para los anuncios del gobierno. Sin embargo, a seis meses de
    terminar su mandato, por mal asesoramiento ha caído en algunas estrategias poco sanas de su antecesor, como  obligar a pasar cadenas nacionales  en medio de entrevistas e interrumpir un programa de entrevistas o un  informativo para difundir un diálogo concertado del Presidente con un  grupo de periodistas escogidos por su  equipo de prensa. Empaña así, uno de  sus principales aportes a la consolidación democrática.
     
    Este abuso solo demuestra, que la libertad de prensa no puede estar  sujeta a la voluntad de quien ejerce  el poder, pues si hay malos asesores  de comunicación y peor presidentes
    autócratas, las leyes vigentes permiten las arbitrariedades. Así, una disposición creada en 1975 por la dictadura del general Guillermo Rodríguez  Lara facultaba al gobierno a obtener  espacios gratuitos en todos los medios audiovisuales para difundir cadenas nacionales sobre servicios sociales de interés general. La disposición  fue mantenida en la Ley de Comunicación dictada por Rafael Correa en  2013. ¿Quién define cuáles son los  servicios sociales de interés general?  El mandatario en el poder. Esto es  una puerta abierta para coartar la libertad de expresión, pilar fundamental de una democracia. Los efectos  más perniciosos los vivimos durante  el correísmo. Se montó una maquinaria de propaganda de costos millonarios con un objetivo: intoxicarnos con  mentiras, vendernos la idea de un espejismo en obras y servicios y destruir a todos aquellos que se oponían al régimen. Siguieron a la perfección uno  de los mandatos del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels: “Concéntrate en un enemigo a la vez y cúlpale de todo lo que sale mal. La gente  creerá una gran mentira más pronto”.
     
    La exigencia de espacios gratuitos es una disposición injusta. En democracia, cuando una noticia es de  interés social y general, la cubren todos los medios. Y cuando un presidente decide hablar a la prensa, asisten los medios… solo que ahí, no hay  control total de la comunicación y  eso temen los que manejan las agendas presidenciales. En beneficio de la
    libertad de expresión y la vigencia de  la democracia, el presidente Moreno debería promover su eliminación  y en cuanto a su posición en otros  asuntos políticos la puede difundir a
    través de los medios públicos o a través de su cuenta de Twitter o concediendo entrevistas independientes y  no usar el formato de las cadenas nacionales de su antecesor.

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