POR ALBERTO ACOSTA-BURNEO
No existen leyes históricas que nos empujen, inevitablemente, hacia el progreso. La única actitud raciona es reconocer que nosotros somos los actores de nuestro destino.
Por este motivo, es fundamental que conozcamos las alternativas que nos presentan, en sus planes de gobierno, los tres candidatos a la presidencia que hoy tienen las mayores probabilidades (ordenados alfabéticamente):
ARAUZ: Considera que el Estado tiene la función de “reactivación económica y productiva” y que debe “recuperar la inversión estatal”. Pero como no hay plata, plantea: elevar impuestos en una “reforma tributaria progresiva” y emitir sustitos del dinero: “Sobregiros, títulos del Banco Central y dinero electrónico”. Su modelo incluye fuertes restricciones al flujo de capitales: “Dólares en ‘cuarentena’, evitando la fuga de divisas, salvaguardias cambiarias, sobretasas arancelarias permitidas por la OMC”.
LASSO: Plantea que la solución “no es gastar más, sino mejor”, es decir, focalizar el gasto público “en los más vulnerables”. Buscará una simplificación tributaria eliminando impuestos distorsivos que encarecen el consumo y restan competitividad. Para garantizar la dolarización, fortalecerá la independencia del BCE y eliminará el Impuesto a la Salida de Divisas, que se “convirtió en un obstáculo para la inversión y el comercio”.
YAKU: Propone una política fiscal que “contribuya al crecimiento económico” financiada con más impuestos: “Quien más tiene, más contribuye”. Asegura que no pagará la “deuda externa ilegítima”. Para seguir gastando, al igual que Arauz, emitirá dinero electrónico. Su visión es crear una sociedad colectivista en donde lo que importa no es el individuo, sino el grupo.
Existen dos vías para enfrentar la profunda crisis actual. La ruta de la RESPONSABILIDAD: Priorizando gastos y sosteniendo la dolarización, y la ruta alternativa del POPULISMO: Seguir gastando, emitiendo dinero electrónico (la senda que llevó a la desdolarización a Zimbabue). ¡Tú eliges!
