<img src="https://certify.alexametrics.com/atrk.gif?account=fxUuj1aEsk00aa" style="display:none" height="1" width="1" alt="">

Tiende tu cama

lunes, 19 octubre 2020 - 11:29
Facebook
Twitter
Whatsapp
Email

    POR ALEGRÍA CRESPO
     
    "Si quieres cambiar el mundo, comienza por  tender tu cama”. Esta frase sale del libro  “Tiende tu cama y otros pequeños hábitos que  cambiarán tu vida y el mundo” del almirante William H.  McRaven, que se basa en la importancia de la disciplina  en la marina y la traslada a la vida.
     
    La sabiduría está en lo sencillo: la transformación se  da a través de la constancia, la perseverancia y los detalles, que se convierten en hábitos, los hábitos en costumbres, y las costumbres en estilo de vida. Si no puedes hacer las cosas pequeñas con excelencia, no lograrás hacer  las cosas grandes de esa manera.
     
    Tener la cama destendida representa una apatía por  tu cuidado personal, por el orden en tu entorno y en tu  mundo. Sin la cama tendida, el dormitorio estará desordenado y esto no ayuda a tener una mente organizada. En épocas de pandemia, confinamiento y teletrabajo, requerimos de autodisciplina como oxígeno para  poder poner un pie delante del otro.
     
    Mi mamá Alegría, quien ha sido un roble en mi vida,  nos ha dicho a sus tres hijas que siempre estemos arregladas y bien, con algo de maquillaje, no por nadie más, sino por nosotras mismas. Ella es la feminidad hecha mujer, y esto va de la mano con la templanza de un carácter  inquebrantable que fue desafiado por varios obstáculos.
     
    Va de la mano lo vivido en mi casa con lo que propone el almirante McRaven: tender la cama es organizar la  mente; tender la cama es querernos y querer un espacio  organizado; tender la cama es el primer paso para empezar bien el día e irlo llenando de actos que, si se van juntando, van logrando grandes objetivos.
     
    El éxito es la punta de la pirámide de las necesidades  humanas. Maslow nos explica sobre las necesidades primarias entre las cuales están la alimentación, la vivienda,  el afecto y el sexo. No hay producción en mente intranquila, no hay enfoque ni concentración en medio del desorden. Que no nos agobie el agobio, que no nos sature la  saturación, y esto se logra con simples actos como tender  la cama, hacer ejercicio y tomar una ducha. Como dice mi  mamá: “Hay que estar bonita para uno” y yo le creo, porque yo habito este cuerpo y poseo esta mente. Pintar mis  labios es un acto de amor propio.
     
    De ahora en adelante, no dejaremos nuestra cama  destendida… Que sea un pacto entre tú y yo. 

    Más leídas
     
    Lo más reciente