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¿Somos un país rico?

domingo, 4 abril 2021 - 08:49
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    POR ALBERTO ACOSTA-BURNEO
     
    Es común caer en el error de  pensar que somos un país rico  porque tenemos muchos recursos naturales, pero que nos empobrecimos por culpa de los políticos, de los empresarios, del imperio,  de la conquista española o de cualquier otro chivo expiatorio del momento. La realidad es otra.
     
    La riqueza no existe separada de  la actividad humana que es la única  que puede transformar la materia en  algo valorado por las personas. Por  ejemplo, podemos tener vetas de oro  de clase mundial en el subsuelo, pero solo serán riqueza si son extraídas para su venta. Podemos tener  las mejores planicies para la agricultura, pero si no las utilizamos  adecuadamente, no generarán riqueza para los ciudadanos.
     
    Mientras no seamos mejores  productores, no seremos un país  rico. Entonces, la pregunta es cómo ser mejores productores. Los  economistas responderemos que  la clave está en la acumulación de  capital físico (máquinas, equipos,  tecnología). Esto es cierto, ya que  estas herramientas permiten mejorar la productividad del trabajo  (producir más con menor esfuerzo y mayor eficiencia). Sin embargo, a pesar de que el capital físico  es necesario, es insuficiente para  el desarrollo. Por ejemplo, si se regala capital a un país pobre lo más  probable es que lo desperdiciará,  ya que la principal restricción para el desarrollo no es el capital, sino las ideas. Expliquemos.
     
    ¡No son los ladrillos, sino las  ideas lo que realmente importa! Para que las ideas florezcan es  necesario liberar las mentes. Esto solo es posible en un entorno  basado en las ideas liberales de  igualdad, libertad y justicia para todos los ciudadanos. Significa construir una sociedad en donde las instituciones permitan que  cada ser humano siga su propio  plan y su propia manera de hacer  las cosas, es decir, permitir que la  innovación sea el motor del crecimiento en un ambiente propicio  para la inversión. Reduzcamos la  coerción sobre los ciudadanos y  permitamos que mayor cantidad  de relaciones sean voluntarias. El  resultado, será un círculo virtuoso que nos llevará a una sociedad  próspera. ¿Qué esperamos?

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