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Salud por ti, profesor

viernes, 26 febrero 2021 - 02:52
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    POR ALEGRÍA CRESPO CORDOVEZ
     
    Estamos frente a la mayor transformación educativa del siglo. Esta pandemia que cayó, sin haber sido invitada, ha  movido las bases de la sociedad, ha hecho que corramos  buscando soluciones, salidas, parches... Padres y profesores se  han volcado para mantener el proyecto educativo vigente. Ha sido agotador, no lo podemos negar; trajo frustración, lágrimas de  cansancio, nostalgia de abrazos y juegos, ha sido muy duro. Pero  seguimos ahí, al pie del cañón. Los profesores han transformado sus salas, dormitorios y cocinas en aulas y han dado todo por  mantener el proceso de enseñanza y aprendizaje.
     
    El 24 de enero se conmemoró el Día Mundial de la Educación, la  Asamblea General de las Naciones Unidas lo celebra hace tres años.  Yo conmemoro la educación desde mi nacimiento pues soy hija de  educadores y crecí respirando educación. He entregado mi vida a  la docencia desde la primera infancia y hoy formo profesionales, la  educación es mi motor. La pandemia ha logrado que los profesores  se flexibilicen, que aprendan sobre tecnología, sobre herramientas  digitales, sobre comunicación online, que se adapten para seguir  cumpliendo su maravillosa misión de enseñar. Todo esto ha traído  muchísimos desafíos para mantener aprendiendo a nuestra niñez  y adolescencia. Yo condecoraría a los docentes a diario porque son  héroes y heroínas sin capa. Por eso, mi consigna hace ya 15 años  es luchar por la revalorización docente, validando esta noble labor  que cambia vidas. Los profesores merecen ser cuidados, tener salarios dignos, vacaciones largas y condiciones óptimas para mantenerlos motivados y contentos, entregados de corazón a esta profesión. Los profesores son el corazón de la educación, ese corazón  no ha dejado de latir aún cuando no tenía fuerzas, ese corazón ha  mantenido a niños y adolescentes educándose, aprendiendo, tratando de salir adelante. Considero que los padres de familia han  visto el esfuerzo del profesorado, además de haber retomado su  rol como principales formadores de sus hijos, rol que había pasado a segundo plano antes de la pandemia. Esta triangulación entre  padres y escuela logra que se fortalezca el desarrollo de cada niño,  niña y adolescente. Hoy, los profesores son más reconocidos, respetados y valorados socialmente, como lo merecen, como debe ser.
     
    Recordemos que “La ignorancia es el peor enemigo de un pueblo  que quiere ser libre” (Jonathan Hennessey), y que, si no apostamos  hoy con urgencia por la educación, nos hundiremos en la pandemia  de la ignorancia. Valoremos a los docentes, celebremos diariamente  a la educación, construyamos un mundo mejor educándonos y educando a nuestros hijos, quienes son el presente y el futuro.
     
    Hoy y siempre brindo por ti, profesor. 

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