“Baratillo de Ofertas”, esa frase que se suele usar para describir las promesas de campaña, nunca ha resultado más adecuada que ahora ante los anuncios oficiales. Apenas en las últimas semanas se han ofrecido aumentos de sueldo a los maestros y la contratación de miles de nuevos docentes. En correos electrónicos a funcionarios públicos que se han filtrado a redes sociales, alguien que firma como “Lenín” ofrece mantener los empleos.
En los edificios gigantes llamados plataformas se ha trabajado 24 horas y contrarreloj para inaugurarlos pronto. ¿Qué tan necesarios son? ¿Cuál será el costo de mantener a estos monstruos de acero para la burocra
cia? Todo lo que importa es que se vean impresionantes y que estén listos antes de mayo.
Y la joya de la corona: “La mayor inversión extranjera de la historia del país”, “la noticia económica más importante de las últimas décadas”, la instalación de una “megafábrica” de autos eléctricos con una supuesta inversión de tres mil millones de dólares en Yachay.
No se sabe exactamente de dónde vendría tal inversión y las empresas que se anunciaron como aliadas, las multinacionales Tesla y HP, han negado tener relación alguna con este proyecto. Hasta la universidad YachayTech se ha deslindado de este anuncio. Promesas de humo en época electoral, maromas populistas, nada más.
