Centro logístico de la droga
Ecuador ha sido definido por la ONG InSight Crime, que estudia los procesos del crimen organizado en el mundo, como “un hub” del transporte del narcotráfico. Al igual que los aeropuertos donde confluyen múltiples aerolíneas para diferentes rutas, nuestro país es el centro logístico para el despacho de la cocaína y heroína de los carteles mexicanos a varios continentes. Las pruebas: esta quincena, la unidad especializada de la Policía Nacional en drogas capturó antes del embarque a España más de siete toneladas de droga en dos contenedores en el Puerto de Guayaquil, valoradas en 350 millones de dólares en su destino. En 2020, la Policía aprehendió 120 toneladas de droga y este año superaremos el récord pues en los primeros cuatro meses ya se han capturado 35 toneladas. El 70 por ciento de la cocaína y heroína que llega a Estados Unidos tiene origen en Colombia y Ecuador, según la DEA.
¿Cómo pasamos de ser un país de tránsito de la coca peruana y una bodega para vender precursores químicos a los narcos colombianos en la década de los ochenta a ser este tenebroso centro logístico? La repuesta está en que la dolarización volvió atractivo al país para lavar dinero sucio y según InSight Crime las políticas erradas de la administración de Rafael Correa le quitaron la “resiliencia” al país para combatir el crimen transnacional. Los carteles mexicanos pudieron permear nuestras débiles instituciones tras la salida de la FOL, en la base de Manta y la cooperación baja con Estados Unidos y Colombia por parte de la administración de la Revolución Ciudadana. Ahora el crimen organizado está instalado.
El desafío para el nuevo gobierno de Guillermo Lasso es gigantesco y de múltiples cabezas: está el negocio de los narcos, el aumento del consumo interno, el control de las prisiones, la violencia indiscriminada y general que afecta a grandes y pequeñas ciudades, donde bandas matan por controlar el territorio y la corrupción en las instituciones. Hay esfuerzos en cooperación internacional con este propósito, pero el gran trabajo de recomponer la sociedad nos tocará a los ecuatorianos. De no aunar esfuerzos con una visión clara y libre de cargas ideológicas, la droga nos ahogará.
