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Nórdicos: no es socialismo

jueves, 26 septiembre 2019 - 03:51
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    Han pasado 30 años de  la caída del muro de  Berlín, cuando empezó  la implosión del fracasado modelo socialista en el mundo. Sin embargo, en el trópico hay  quienes todavía creen que el socialismo es viable.
     
    El principio fundamental del  socialismo es que el Estado sea el  dueño de los medios de producción.  Los nuevos “socialistas democráticos” creen que pueden redistribuir  la riqueza y socializar la economía  sin hacer daño a la producción ni  a la productividad. Proponen: expropiaciones, incrementos masivos  de impuestos y apropiación de los  ahorros. Como ni Cuba ni Venezuela  pueden ser considerados casos de  éxito, nos quieren convencer que los  países nórdicos son socialistas. Pero  es totalmente falso.
     
    En realidad, los países nórdicos  son un ejemplo de libertad económica. La Fundación Heritage en 2019  ubica a los países nórdicos en el grupo de los 30 más libres del mundo (Ecuador está en un vergonzoso  puesto 170 entre 186 países).
     
    La propiedad privada está totalmente garantizada y los ahorros  de los ciudadanos están libres del  control gubernamental. Los países  nórdicos superan ampliamente la  calificación de Estados Unidos en  respeto a la propiedad privada y  se encuentran entre los 12 países  con mejor calificación en el mundo  (Ecuador en el puesto 147).
     
    La educación y la salud funcionan mediante esquemas de copago  en la mayoría de países. Se promueve la libertad individual al permitir  escoger entre instituciones educativas privadas y públicas a través de  vouchers educativos.
     
    Los países nórdicos son líderes  en libertad financiera. La banca  privada financia la mayoría de la  actividad productiva. También destacan por su atracción de capitales,  seguridad jurídica y protección al  inversionista.
     
    No existe planificación central de  la producción y su mercado laboral  es de los más libres en el mundo  (no existen salarios mínimos fijados  por el gobierno). Además, son un  ejemplo de la búsqueda de la eficiencia en el sector público a través de  exitosos procesos de privatización  de empresas de telecomunicaciones,  generación y distribución eléctrica,  correos, entre otras.
     
    En relación a los impuestos, los  países nórdicos tienen una tasa corporativa entre 20 y 23,5 por ciento,  significativamente inferior a la de  Ecuador (36,25 por ciento incluyendo participación de trabajadores). El  factor que confunde a los defensores  del “socialismo democrático” es la  elevada tasa de impuesto a la renta  personal que bordea el 50 por ciento.  Piensan, equivocadamente, que se  trata de un mecanismo de expropiación de ingresos como el que ellos defienden para alcanzar el socialismo.
     
    Tenemos mucho que aprender  de los países nórdicos y de cómo  alcanzaron su éxito a través de medidas pro mercado: privatización de  sectores ineficientes, libertad a la  iniciativa individual y reducida intervención estatal en la producción.  Los países nórdicos no son socialistas, sino países capitalistas exitosos.  Como consecuencia de su éxito económico, han sido capaces de cuidar  del bienestar de su población. No  olvidemos que: ¡sin éxito económico, no hay bienestar!

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